TIBURÓN (1975)

TIBURON (STEVEN SPIELBERG, 1975)
ESCRITO EN SEPTIEMBRE- 2011

“Sr. Vaughn, estamos ante una máquina perfecta, un auténtico milagro de la evolución. Y lo único que hace esta máquina es comer, nadar y procrear tiburoncitos, nada más”. (El ictiólogo Matt Hooper intentando hacer entender al alcalde de Amity que cierre las playas por la presencia de un peligroso tiburón que ya ha causado tres muertes entre los bañistas y navegantes. “Tiburón”, de Steven Spielberg).

 “El mar, que gran tema para hablar, para escribir, para cantar…”, rezaba una propaganda televisiva, creo que con interés hacia el turismo, hace muchos años, más de los que puedo recordar. Y se podría añadir más. El mar ha estado presente en todas las artes, desde la pintura (recordemos las famosas “marinas”) hasta la literatura…. también en el cine. El mar es un mundo dentro de otro mundo, al oír la palabra puede evocarnos la gran belleza contenida, el interés hacia lo científico, la sabiduría de los profesionales, especialmente si cuentan con muchos años, la cultura (popular inclusive) que desprende y, a la vez, la atracción hacia misterios irresolubles, al menos de momento, para el ser humano y terror, también…. Una película de 1975 que batió records de taquilla a su vez basada en una novela, también millonaria en ventas, nos hizo despertar este terror instintivo hacia las profundidades o lo que pueda surgir de ellas.
La novela se escribió un año antes (1974) de la película. Nunca hubiera imaginado Peter Benchley que su mediana novela, su primer libro, se convirtiera en un best- seller. Al tener un imprevisto éxito comercial y popular llamó la atención de los productores cinematográficos Richard Zanuck y David Brow para hacer la correspondiente versión cinematográfica.
Peter Bradford Benchley (Nueva York 1940- id. 2006) procedía de familia de literatos: su padre, Nathaniel Benchley era también escritor y su abuelo, Robert Benchley fue un reputado actor, periodista y escritor. Interesado en los temas del mar, escribió en el Washington Post, en National Geografic  y en la revista Newsweek donde, con el tiempo, llegó a ser editor, combinando con su otra tarea de escribir discursos políticos en la Casa Blanca. Después del éxito de “Jaws” (literalmente “Fauces”, “Mandíbulas”, título original también para la película) Benchley escribió una docena más de obras entre ficción y divulgación, siempre sobre el océano, su tema predilecto aparte de ser miembro destacado de la asociación ecologista. De estas otras obras recuerdo “The Deep” (“Abismo”, 1976) y “The Island” (“La isla”, 1979), ambas con versiones cinematográficas.
Jaws” (“Tiburón”) “fue la primera novela donde el protagonista es un pez” nos dice el autor. En Amity, una isla cerca de la costa que vive esencialmente del turismo a punto de empezar la temporada de verano, aparecen en la playa los restos de una muchacha, devorada por un tiburón. La prensa y las autoridades, especialmente el alcalde, deciden guardar secreto para no espantar al turismo y perder los negocios. A los pocos días se ve un enorme pez que ataca un muchacho. Un pescador, el jefe de policía y un experto en tiburones inician la cacería del tiburón aunque la bestia marina se convertirá también en cazador….. Este es el esquema traspasado al film.
Naturalmente Benchley escogió el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), considerado el más peligroso para el ser humano, el que más víctimas mortales ha ocasionado para protagonizar su historia. Es curioso que de las más de 360 especies de escualos clasificadas en la actualidad, los grandes tiburones en tamaño como el tiburón- ballena (Rhiniodon typus), el pez más grande del mundo que puede llegar a los 15 metros, o el tiburón peregrino (Cethorinus maximus), 10-12 metros, son totalmente inofensivos para el ser humano; en realidad se conocen unas 25 especies que han atacado al hombre siendo unas cuatro o cinco declaradas extremadamente peligrosas.

Por su parte, Steven Spielberg (1946) triunfó económicamente en su carrera, sus inversiones como productor y su fama acrecentada tras “Tiburón” como realizador casi siempre le hicieron millonario y por ello es nombrado como “El rey Midas de Hollywood”. Me ha interesado un Spielberg de “Tiburón” o de su ópera prima, “Duel” (“El diablo sobre ruedas”, 1971), según una historia de  Richard Matheson (autor, entre otras, de la famosa novela “Soy leyenda”, con tres adaptaciones cinematográficas a sus espaldas). Más adelante Spielberg se convertirá en un gran conocedor y técnico de los efectos especiales, apareciendo como el “Papá Noel” que nos sirve unos trucajes (a veces innecesarios) como repostería esperada en cada fiesta por sus numerosos fans. Su vampirización de versiones aventureras del cine de antaño más la acumulación de espectaculares efectos le llevará a crear la --- para mi --- empalagosa serie de Indiana Jones tan (mal) copiada en infinidad de ocasiones por otros que carecen de su habilidad, consistente en presentar sorpresa mediante efectos especiales (manejados por él a la perfección, repito) --- la innovación, la originalidad ha de venir, más que de los efectos espectaculares y deslumbrantes o de un tema exótico interesante en principio, de la puesta en escena creada por el realizador, es decir la planificación --- y su destreza en colocar bien los adecuados planos, ordenados uno detrás de otro para la circulación fluida de la exposición narrativa cinematográfica aunque sobre esto algunos considerados artesanos del cine antiguo (Richard Thorpe, George Sherman, Nathan Juran, p. e., y etc.) también lo hacían, logrando en alguna ocasión obras de incuestionable valía y de primera magnitud. Vendrán niños que proyectan su sensibilidad sobre extraterrestres (“E.T., el extraterrestre”, 1982), remakes acaramelados de historias animadas (“Hook”, 1992) y otras obras donde Spielberg lima las aristas para convertirse en “familiar” y, por lo tanto, con cierta garantía de éxito comercial. Dará intermitentemente obras, fantásticas o no, con cierto interés (“Parque Jurásico”, 1993) --- en el momento de escribir estas líneas está pendiente de estreno “Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio” (2011), de personajes animados, que espero con gran atención por ser yo un seguidor del personaje de Hergé --- pero mi Spielberg preferido es, como he dicho, el de su primera etapa, el corrosivo con el orden humano existente, el Spielberg más arriesgado quizás sin estar tanto pendiente de la respuesta taquillera.

La novela de Benchley (basada en agresiones de escualos a seres humanos, especialmente unos ataques continuos a bañistas en Nueva Jersey en 1916 citados en el film), “ni mejor ni peor que otras que dieron origen a grandes superproducciones cinematográficas”, como dice  Ángel Sala en su completo y documentado libro (1), interesó como tema a los productores Zanuck y Brown y después al propio Spielberg pero haciendo varios cambios. En el libro hay subtramas farragosas que en muchas ocasiones entorpecen la narración: mafias conectadas con los dirigentes de la ciudad, historias de adulterios y unos personajes en su totalidad hoscos y antipáticos, sin poder simpatizar/identificarse con el lector o espectador (caso de haberse hecho una transcripción literal). Benchley elaboró tres borradores para la adaptación cinematográfica de su propia novela para ser Carl Gottlieb (guionista y realizador) el redactor definitivo del guión. Gottlieb interpreta en la película a Ben Meadows de la prensa local y Peter Benchley tiene un pequeño papel como reportero de TV. También participó Rodney Cox, campeón de pesca submarina que en 1963 fue atacado por un tiburón blanco  y llevaba en su cuerpo casi quinientos puntos de sutura…….
Existen bastantes diferencias libro- película redundando a favor del trabajo de Spielberg y su equipo. Citemos algunas.
--- El personaje del pescador Ben Gardner cuya lancha es descubierta volcada y destrozada por el tiburón y allí solo se encuentra un enorme diente del escualo, él ha desaparecido, intuimos devorado por el tiburón; la barca es encontrada por el jefe  Martin Brody y su ayudante Hendriks, luego el policía hablará con Sally, la viuda del pescador (novela). En el film son Brody y Matt Hooper quienes descubren la lancha, el oceanógrafo se sumerge y se produce el susto más grande de la película: en una hendidura surge la cabeza mutilada y seccionada de Gardner haciendo perder el diente que Hooper había encontrado mientras la viuda no aparece en absoluto ---
--- Vemos a Quint por primera vez en su barco hablando del tiburón (novela), en el celuloide hace su aparición en el ayuntamiento para ofrecerse por la captura del pez en la secuencia donde rasca la pizarra con las uñas para atraer la atención de todos ---
--- Más similitud tiene la muerte del niño Alex Kintner con la diferencia de que el policía Brody no está en la playa y es él quien comunica a la madre el terrible suceso  (novela) mientras que en el film la señora Kintner se entera por los periódicos de la existencia de otra víctima (la muchacha Chrissie Watkins en el inicio) y abofetea a Brody delante de todos y del tiburón- tigre (2) capturado por Ben Gardner que casi todo el mundo hace responsable de los ataques, menos Hooper (mide la boca y ve la no coincidencia) y Quint que pasa delante del muelle con su lancha y sonríe (su profesionalidad y experiencia le dice que aquel no es el tiburón tan buscado) ---
--- El director del periódico de Amity, Ben Meadows  (aparición fugaz, interpretado por el guionista Carl Gottlieb) tiene mucha más importancia en el libro, él es quien llamará al entendido Hooper y no Brody que lo hará en la película ---
--- No hay en la película las redes mafiosas que involucran a varios políticos corruptos, principalmente el alcalde Larry Vaughn, un tipo elegante que en el film es un egoistón algo hortera (como señala Ángel Sala), una máquina de calcular y hacer dinero por encima de todo con un lamentable nivel cultural aunque en ambos medios el personaje quiera silenciar y negar la existencia del enorme escualo  (fue interpretado  por Murray Hamilton, excelente como el resto de la plantilla, repitiendo su rol, como otros, en “Tiburón II”, de Jeanot Szwarc, tres años después) ---


--- No existe adulterio entre Ellen, esposa de Brody y el oceanógrafo Matt Hooper en el film, lo cual es un gran acierto: solo los tres hombres (Brody, Hooper y Quint) contra la bestia---
---La secuencia del 4 de julio difiere: en el original literario se produce el ataque a un muchacho que logra salvarse mientras Hooper vigila usando la lancha del desparecido Ben Gardner. En la película unos niños hacen una broma con una aleta de madera logrando asustar a toda la playa para a continuación aparecer el tiburón que vuelca una barca y devora a su joven ocupante y marcharse pasando por el lado de una barca de niños también volcada por la onda expansiva (donde está Micke, el hijo de los Brody) sin hacerles ningún caso ---
--- Incluso en el aspecto físico hay diferencias: La Ellen Brody del libro es más joven y menos inteligente que la del film; el jefe Brody parece en ocasiones como blanco de todas las desgracias mientras que en la película es alguien con mucho miedo y que deberá espabilarse por la supervivencia (siendo derrotados por el escualo el pescador Quint y el científico Hooper, será un hombre que tiene miedo al mar, Brody, quien acabe con el monstruo); Quint es más atlético y totalmente calvo con odio hacia los tiburones siendo el mar para él un medio de vida; Hooper es de las mismas características físicas de Brody (novela), en el film está mucho más seguro de lo que ha estudiado y de su experiencia personal, un tipo simpático (cínico e irónico en el texto literario)---
--- Quint siente odio hacia los tiburones porqué estaba presente en el naufragio del Indianápolis, el buque americano que entregó la bomba de Hiroshima. Antes de su rescate descubrió el cuerpo inerme de un amigo suyo devorado de cintura para abajo y vio morir a muchos compañeros suyos devorados por los tiburones (en el film) detalle explicativo que no aparece en el libro aunque allí se hable del “Carcharodon megalodon”, tiburón prehistórico (antecesor del blanco) con un tamaño de 15 a 20 metros (fósiles de dientes lo atestiguan) y se especula que el tiburón de Amity pudiera ser una cría de megalodon. Según la teoría de la “territorialidad”, el tiburón que nada en solitario (llamado “Jaquetón”) y encuentra comida en una zona no la abandona y sigue rondando allí hasta que sus presas se acaban (lo lee Brody en una enciclopedia y lo explica perfectamente Hooper en la película) ---


--- La persecución del tiburón y la parte final tiene también sus diferencias. Los tres hombres regresan a tierra por la noche (libro), en cambio pernoctan en “Orca”, la barca de Quint (film). En el escrito de Benchley: Hooper muere devorado por el escualo mientras se salva en su homónimo fílmico (refugiándose en las profundidades mientras el animal acaba por destrozar la jaula donde momentos antes había estado el científico, quien había perdido el arpón envenenado, perdiendo interés por Hooper y volviendo a embestir la lancha para atacar a sus otros dos enemigos humanos). Quint muere arrastrado por el tiburón en uno de los cables de los arpones que él le ha clavado (rememorando al capitán Achab de “Moby Dick”) mientras que en el film cae por la cubierta de su inclinada barca hacia la boca abierta del escualo (en una escena tan terriblemente angustiosa como bien conseguida técnicamente) que le está esperando (cumpliéndose sobre su propia persona lo que dijo en el ayuntamiento: “Este tiburón le traga a uno entero, una sacudida, una dentellada y todo adentro”). El animal muere prácticamente desangrado a causa de los arpones clavados por Quint cuando está persiguiendo a Brody (novela) mientras en el film éste logra arrojarle un tanque de oxígeno de Hooper en la boca y con el fusil de Quint dispara hasta alcanzar la bombona de oxígeno que al estallar hace saltar al tiburón en pedazos. Hooper surge del fondo y ríe junto con Brody; antes pregunta ¿Y Quint? El jefe de policía contesta “No”. Ambos regresan a la costa apoyándose en los restos de madera de la barca y en los flotadores. El mar está tranquilo, la pesadilla ha terminado

Spielberg divide el film en dos parte: la primera hasta que empieza la cacería es cine fantástico y de terror, la segunda es de aventuras sin abandonar el suspense que atravesaba la parte primera. En el primer bloque evita enseñar el enorme tiburón agresor: una misteriosa fuerza surgida del fondo del océano arrastra a la muchacha Chrissie Watkins (Susan Blacklinie) descubriendo Brody sus restos a la mañana siguiente; la misma fuerza que arranca un muelle de madera y está a punto de devorar un pescador que logra salvarse; en el ataque al niño (en off) vemos una mancha de sangre y el colchón flotador totalmente destrozado y en la acometida del 4 de julio vislumbramos una enorme y monstruosa silueta bajo las cristalinas aguas que arrastra al joven del bote volcado (una pierna seccionada se hunde hacia el fondo como el brazo de Chrissie, también cercenado, estudiado por Hooper es el testimonio del primer ataque).
En la segunda etapa aparece ya a plena vista. Sorpresa cuando aparece delante de Brody mientras éste arroja carnaza por la borda. La enorme y triangular cabeza con las fauces totalmente pobladas de terribles dientes como puñales…. Brody retrocede aterrorizado, entra en la cabina y susurra a Quint: “Necesitará un barco más grande (el tiburón blanco es el único que saca su cabeza fuera del agua para observar a su alrededor). Otro mérito de Spielberg es que trabajando sobre un animal de reconocida peligrosidad nos hace creer que estamos ante algo sobrenatural  y maligno, demostrando una inteligencia diabólica (un tiburón se guía por su instinto y actúa por impulsos) que ataca inesperadamente en aguas tranquilas y concurridas. Luego tendremos más vistas del animal, especialmente hacia el final cuando se arroja una y otra vez contra la barcaza como si supiera que con su potencia y el peso de su cuerpo puede hacer zozobrar la embarcación. El tamaño y peso no es exagerado: los más corrientes son de 5-6 metros (“mide 8 metros y pesa tres toneladas”, dice Quint cuando lo ve por primera vez) y en una ocasión, según datos, se capturó uno de 12 metros.
La dirección de Spielberg es muy acertada: la cámara submarina se mueve con total soltura apoyando para conseguir un formidable empaque visual, la cámara lanzada desde el punto de vista del tiburón (algo pocas veces hecho, al menos hasta la fecha del film), los primeros planos de personajes en el agua, inesperados zooms, picados y contrapicados que sacan provecho de la situación de la barcaza mientras el suspense es sensacional, sustos terribles que nos atenazaron en la butaca sazonados con intermedias escenas familiares costumbristas funcionando como tiempos “de respiro” y “tranquilidad”, todo ello imitado/copiado en las sucesivas películas del género (generalmente rutinarias y sin innovación cosa que Spielberg logró), a partir de ahora el cine fantástico y el de aventuras --- para bien y/o para mal --- ya no será el mismo (3). La interpretación es magnífica: Roy Scheider (jefe Martin Brody), Richard Dreyfuss (Matt Hooper) y Robert Shaw (Quint) y el resto de los figurantes.
En esta ocasión acierta John Williams la música adecuada para la película y aunque nos recuerde el inicio de la sinfonía 9 (sinfonía “Del nuevo Mundo”) de Antonin Dvorak quedó en la memoria de muchos. El film fue rodado en Martha’s Vineyard (Los viñedos de Martha), pequeño y pacífico pueblo con aguas poco profundo. Los efectos especiales de Robert Matey son impresionantes, combinando el tiburón artificial con filmaciones documentales (4), un rodaje muy duro pero vistos los resultados valió la pena….

Narcís Ribot Trafí

1)- Ángel Sala- “Tiburón” (subtitulado “¡Vas a necesitar un barco más grande! El filme que cambió Hollywood”)- Círculo Latino S. L. Editorial y presentado en el Festival de Sitges el mismo 2005. Sin duda el más completo estudio sobre el film con filmografía de sucedáneos (terrestres inclusive), homenajes con cierto tufillo plagiario, derivaciones y continuaciones. Ángel Sala es un auténtico fan y experto sobre cine fantástico, es también el actual director del Festival de Sitges y lo que más me complace: es amigo mío aunque actualmente (por nuestras obligaciones) nos veamos poco


2)- El tiburón- tigre (Galeocerdo cuvier), llamado así por las rayas que envuelven su cuerpo semejantes a las del felino terrestre, el tiburón- toro (Carcharinus leucas) con su extraña y rápida adaptación al agua dulce y el tiburón oceánico de puntas blancas (Carcharinus longimanus) son las especies más peligrosas para el ser humano después del tiburón blanco.


3)-  Carlos Burgaleta y José- Luís Viruete- “Terror bajo las aguas” (“El cine de monstruos marinos”)-  Ilarión Ediciones (Madrid, 2010). Es un magnífico estudio sobre películas referentes a bestias marinas reales o imaginarias (a pesar de la portada totalmente hortera).


4)- Carl Gottlieb- “Diario de tiburón”- Editorial Sedmay (Barcelona, 1975). Libro muy recomendable explicando vicisitudes de rodaje y trucajes del mítico film escrito por el guionista del mismo. Muy difícil de encontrar.


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