FURIA  (Fritz Lang, 1936)


Se ha convertido en mucho más importante hacer dinero con las películas que hacer   películas que den dinero”. (Fritz Lang)


La primera película de Fritz Lang en Estados Unidos, “Fury” (“Furia”, 1936), fue además la primera de la trilogía llamada “social” que el realizador alemán dirigió gracias a que este primer jalón fue un gran éxito de taquilla. Las otras dos fueron “You only live once” (“Sólo se vive una vez”, 1937) y “You and me” (1938), no estrenada comercialmente en España. Afortunadamente el éxito de su primer trabajo en América dio oportunidad de elaborar varias obras maestras donde demostró ser uno de los grandes. El éxito/fracaso comercial influye muchas veces en la carrera de un cineasta. Si lo analizamos en términos negativos es muy injusto ya que la industria coarta el arte pero en el caso de Fritz Lang hubiera pasado igualmente a la historia con tan solo el bagaje de cine mudo (más consistente y creativo que un Alfred Hitchcock o un John Ford; estos si hubieran frenado su trabajo en el silente serian referentes pero no maestros absolutos como fueron posteriormente al entrar en el sonoro) o bien de su etapa en Alemania.

UNO: FRITZ LANG
Friedrich Christian Anton Lang nació en Viena en 1890, hijo único del arquitecto Anton Lang y de Paula Schlesinger. Su padre quiso iniciarle en la carrera de la arquitectura pese a que le gustaba más la pintura y el dibujo aunque sus estudios y conocimientos de arquitectura le sirvieron para su carrera cinematográfica. Voraz lector y viajero infatigable trabaja pintando postales, asesor artístico en un circo y presentador en un cabaret hasta ver  las posibilidades del arte naciente: el cine. En la I Guerra mundial, alistado en el ejército austríaco, recibió tres o cuatro heridas, escribió algún guión aprovechando su convalecencia en el hospital y en 1919 dirigió su primera película. Conocerá a Thea Von Harbou quien se convertirá en su segunda esposa (1920). Así, la mayoría de los guiones de esta 1ª etapa estarán elaborados al alimón por el matrimonio: las mudas “Metrópolis” (1926), “Los Nibelungos” (1923-24), “El Dr. Mabuse” (1922), “Las tres luces” (1921), “Spione” (1927), “La mujer en la luna” (1928) y las sonoras “M, el vampiro de Dusseldorf” (1932) y “El testamento del Dr. Mabuse” (1932-3). Su próxima película Sería ya en tierra americana:”Furia” (1936), tras una parada en Francia donde filmó “Liliom” (1934). Había huido de su Alemania al poco de subir el nazismo, de Joseph Goebbels quien le quería “fichar” como realizador oficial del III Reich y de su esposa (se divorciaron poco antes) --- como indica Víctor Arribas (1) en su reciente libro --- quien se había afiliado al partido nazi por el cual Lang sintió siempre una profunda aversión (Von Harbou que falleció a mediados de los 50 no volvió a verse con su esposo según datos fidedignos).
A veces se ha dividido su obra según los países donde trabajó: este primer período alemán (1917-1932) donde se forjó como uno de los grandes expresionistas (sin ser teórico del movimiento y sin importarle mucho las adscripciones y pertenencias), huída del nazismo y tras el breve intermedio francés (1933-34), “Liliom”, la entrada en Hollywood (1936-1956) y su segundo período alemán (1958-1960) que comprende el fabuloso díptico “El tigre de Esnapur” y “La tumba india” (1959) y otra vuelta a su personaje fetiche (2), “Los crímenes del Dr. Mabuse” (1960) que fue su última película. Falleció en California, 1976.
El cine de Fritz Lang está compuesto por personas mortificadas por su pasado y presente, de penumbra y sombras que ocultan la luz, de falsos infractores, venganzas, atmósferas abigarradas, traiciones, falsos amigos…. La normalidad cartesiana, entendida como tal, está ausente en el cineasta. Sus temas preferidos: destino fijo (o casi fijo) e invariable (o casi invariable), condena de un personaje por la estupidez de la colectividad (“Furia”) o por una ley o sistema deficiente que no admite casos de redención convirtiendo al indivíduo en eterno enemigo de la sociedad (“Solo se vive una vez”) provocando la desesperanza ante estas leyes y la misma sociedad; complots colectivos, tragedia, la muerte siempre rondando alrededor del protagonista/ víctima.
Su estilo, erróneamente señalado en ocasiones como “frío” y “hábilmente artificioso”, irradia un gran rigor que poco o nada tiene de gélida matemática porqué es noblemente sincero y personal. Así, su cine será inimitable como el de Ford, Hitchcock, Hawks, Walsh o Vidor aunque como en el de sus colegas se intentará copiar…… sin conseguirlo, por supuesto. Su estilo geométricamente conciso y compendioso, realista y/o documentalista, sin oropeles ni adornos, atento a los juegos de luces (jamás improvisados), al plano y a la función de los personajes en él, la importancia del valor real de los decorados y a planos en apariencia sin mucha relevancia (detalles de manos nerviosas, amenazantes, cariñosas, etc.). Y todo ello lo expone con estética de serie B, de serial e intrigas folletinescas o sea “material de derribo”, como acertadamente señala Quim Casas en su libro (3). De esta forma, Lang influirá los géneros que toca así como los géneros influyen en él como Mozart en la música. También es verdad que algunos críticos (seguidos de algún aficionado) han querido ver una supuesta mayor importancia y superioridad del período alemán al americano. En absoluto es así. En ambas etapas tiene obras maestras y elevadas muestras de gran cine. Hay otros que fuerzan la comparación, fomentando una rivalidad inexistente, de la obra de Lang con la de Hitchcock o la de Ford con la de William Wyler, profiriendo afirmaciones y teorías adecuadas a una “Antología del disparate” (donde algunos españoles se han ganado a pulso los puestos de honor). Todo ello parte de mentalidades dogmáticas más propias (aunque no deseables) de una competición futbolística.

DOS: SEGUNDA ETAPA Y APORTACIÓN AL CINE NEGRO
Con toda razón se le ha considerado como autor clave y fundamental en el nacimiento del cine llamado “negro”. Sus dos primeros films en Hollywood, “Furia” y “Solo se vive una vez” son los que encauzarían la excelente y afortunada simbiosis entre expresionismo germánico y estilo clásico hollywoodiense (no fue el único pero si el determinante). Howard Hawks y Raoul Walsh hicieron, junto con Lang, el mejor cine negro pero los dos en escasa cantidad de títulos en comparación con el maestro vienés. Otro que elaboró un lenguaje personal y dio un amplio ramillete de “obras negras” fue el también exilado de Alemania Robert Siodmak (considerado un especialista), hermano del guionista, escritor y en ocasiones también realizador Curt Siodmak. Las luces y sombras del a veces tortuoso plano expresionista amalgama perfectamente con el cine clásico americano en los mismos temas de fatalidad sobre el individuo, el destino entrevisto, casi fijo, la injusticia social, los errores de la justicia oficial o la demostración del crimen como no rentable y de total reprobación (“You and me”).
También, por otro lado, es difícil y discutible la convencional clasificación de “Cine Negro”. De 22 films que realizó en América --- tocó el bélico, el drama, el melodrama, espionaje, western y aventuras --- el “negro” es el principal: una docena. Películas como “Secret beyond the door” (“Secreto tras la puerta”, 1948), “Clash by the night” (“Encuentro en la noche”, 1952) o la misma “Human desires” (“Deseos humanos”, 1954) ---- adaptación de “La bestia humana”, de Emile Zola de la cual Jean Renoir (hijo segundo del gran pintor expresionista Pierre-Auguste Renoir) había realizado ya una versión --- son clasificadas como melodramas con ingredientes de cine negro o a la inversa.
En Alemania había realizado ya cintas que podríamos decir enteramente “negras” antes de la denominación oficial de género a partir de la designación e Nino Frank, “Film Noir” (=“Cine negro”): los dos films sobre el Dr. Mabuse o “M, el vampiro de Dusseldorf”.
Después de haberse estrenado mediante esta trilogía “social” con éxito, cronológicamente tocó el western también de forma muy acertada y más en un realizador emigrado totalmente ajeno al mundo del far west. Dirigió tres, dos seguidos: “The return of Frank James” (“La vengaza de Frank James, 1940), proyectado como continuación del famoso “Jesse James” (“Tierra de audaces”, 1938), de Henry King y “Western Union” (“Espíritu de conquista”, 1941) para años después realizar su tercer y último western, “Rancho Notorius(“Encubridora”, 1952). “The return of Frank James” es árido y conciso, “Espíritu de conquista” --- según novela de Zane Grey --- cuenta la epopeya del tendido del telégrafo siguiendo los pasos de “Union Pacific” (“Unión Pacífico”, 1939), de Cecil B. DeMille (aventura sobre la construcción del ferrocarril transcontinental) y es un film pintoresco y de notable puesta en escena mientras que “Encubridora”, donde tuvo muchos problemas con su compatriota Marlene Dietrich, es de una belleza lírica ejemplar (inspiró al famoso “Johnny Guitar”, de Nicholas Ray). Después de la llamada tetralogía antinazi (donde hay también elementos de “film noir”) Lang (4) volvió al cine negro con otra trilogía llamada “psicológica” por los etiquetadores. El primer jalón--- para International Pictures ---- “The woman in the window” (“La mujer del cuadro”, 1944), protagonizada por Edward G. Robinson y Joan Bennet, de estética preciosista (por la cual he sentido siempre debilidad) fue un éxito en todos los aspectos. Consecuencia: decidió fundar una productora llamada Diana con la actriz Joan Bennet y su marido, dando los dos títulos siguientes: “Scarlet Streets” (“Perversidad”, 1945), formidable y ácida a la vez y la ya citada “Secreto tras la puerta”  (1948) que al ser un fiasco comercial y al no estar el realizador a su altura (a pesar de contener alguna escena de interés) provocó la disolución de Diana Produccions. Joan Bennet fue la protagonista de la trilogía psicológica” como Sylvia Sidney lo fue de la “trilogía social”.  Después “The blue gardenia” (“La gardenia azul”, 1953) y “House of river”, 1950, (estrenada hace poco en DVD como “La casa del río”) son films de encargo con muestras del talento languiano --- así como “Deseos humanos” --- viene una tercera y admirable trilogía llamada de “pesimismo social” que brilló a gran altura: “The big heat” (“Los sobornados”, 1953), “While the city sleeps” (“Mientras Nueva York duerme”, 1956) y “Beyond a reasonable doubt” (“Más allá de la duda”, 1956), la primera de Columbia, la 2ª y la 3ª de R.K.O., una prueba más de que Lang no era hombre fijo o casi fijo de un estudio como lo fueron Michael Curtiz o Henry King. Un año y algo después de darnos una de las más grandes películas de aventuras jamás filmadas, “Moonfleet” (“Los contrabandistas de Moonfleet”, 1955) regresó a Alemania para acabar allí su carrera. Con él desaparecía prácticamente el cine negro en Estados Unidos.

TRES: “FURIA” (1936)-
Cuando Lang llegó a Hollywood en 1934 tenía contrato de la M.G.M. que había firmado el mismo año. Instalado en Estados Unidos no encontraba un guión adecuado durante todo el 1935 hasta que llegó a sus manos una sinopsis de no más de cuatro páginas sobre el relato “Mob Rule” de Norman Krasna. EL tema había entusiasmado al productor Josep Leo Mankiewicz (luego encontraría la fama como realizador con cintas como “Carta a tres esposas”, “La condesa descalza”, “Julio César”, “La huella” o “Cleopatra”, aunque este último fuera un film no suficiente en algunos aspectos y fallido en otros tenía aciertos reconocidos con el paso del tiempo) y al momento Barlett Comack y Lang pasaron a elaborar el guión (el único, junto con “Los verdugos también mueren” donde el realizador vienés está acreditado como guionista). Lang, siempre exigente e inconformista, tuvo sus desavenencias con Mankiewicz, con la M.G.M. y luego con el protagonista, Spencer Tracy pero la película --- considerada de 3ª categoría por los directivos de M.G.M. --- fue un éxito rotundo de taquilla y luego ensalzada como magistral por parte de la crítica y espectadores.
A Lang le interesó pronto la temática de la violencia para denunciarla: en 40 años hubo 6.010 casos de linchamiento en este país”, según denuncia el fiscal en el juicio para condenar a los 22 individuos responsables de la presunta muerte de un ciudadano inocente y respetable en la cárcel, acusado injustamente. A pesar del éxito, y a causa de la falta de entendimiento, se pasó a otros estudios (“Solo se vive una vez” es de United Artists y “You and me” está producida por Paramount) y su tránsito  entre los diferentes estudios hizo que nunca gozara de una total independencia como otros realizadores disfrutaron.
Se ha dicho en diversas ocasiones que Lang enfoca la película en un tono documental y realista inspirándose en noticias de periódicos y a diferencia de otras obras suyas potencia la fluidez narrativa/expositiva sin recargar el plano/el encuadre, aparentemente es menos compleja, más sencilla que “Los sobornados”, p. e. pero tan magistral es una como la otra porqué Lang ha sido uno de los más grandes realizadores de la historia del cine, un creador como Alfred Hitchcock, John Ford, Howard Haws, Raoul Walsh, King Vidor….y por supuesto con lenguaje propio como todos los citados y otros….algo que algunos espectadores/críticos /productores y quizás algún realizador actual no saben lo que es….
“Furia” nos narra la odisea de Joe Wheeler (Spencer Tracy), un ciudadano tranquilo, pacífico y bonachón, que llega a la ciudad de Strand (estado de Illinois) para casarse con su novia Katherine Grant (Sylvia Sidney). El ayudante del sheriff le detiene como sospechoso del rapto de una muchacha de la localidad. En la nota de los secuestradores había manchas de cacahuetes, Joe es un gran aficionado a los cacahuetes. Eso, además de la numeración de unos billetes de banco hace sospechar a aquel representante de la ley quien además de aficionado a la bebida es un redomado charlatán, presumiendo de haber detenido a alguien que tiene que ver con el famoso rapto. La noticia corre como reguero de pólvora: bares, barberías (hombres), peluquerías (mujeres), mercados son centros de reunión para ir deformando aún más la realidad hasta que un grupo de exaltados decide quemar la cárcel. Dejan sin sentido al sheriff --- quien había pedido ayuda al gobernador sin resultados --- queman la cárcel y arrojan dinamita pero Joe, herido, logra salir con vida y hace creer a todo el mundo, excepto sus dos hermanos, que ha muerto en el incendio. Más adelante su sufrida prometida descubrirá que se ha salvado. El fiscal del distrito (Walter Abel) inculpa a los 22 cabecillas acusados del presunto asesinato (los verdaderos culpables del rapto están en manos de la policía y la muchacha en casa sana y salva) mientras Joe escucha el juicio por la radio en espera de la correspondiente condena pero, finalmente, convencido de no poder reconstruir su vida hace su aparición en el juicio salvando a quienes habían decidido asesinarle.
Señoría, soy Joseph Wheeler. Sé que presentándome aquí he salvado la vida a 22 personas, pero no he venido por eso. Sus vidas me traen sin cuidado, son unos asesinos. Sé que según la Ley no lo son porqué yo estoy vivo, pero lo estoy a pesar de ellos. Y la Ley no sabe que eran importantes para mí, cosas tontas a lo mejor, como la fe en la Justicia y la idea de que los hombres son civilizados, y el orgullo de pensar que mi país era distinto a los demás….la Ley no sabe que todas esas cosas quedaron consumidas por el fuego dentro de mí aquella noche”.
Lang expone sus personajes de forma rápida y concisa hasta llegar al asalto e incendio de la cárcel. Planos rápidos sobre los personajes, insertos apoyantes siempre breves que refuerzan la personalidad de las figuras y su forma de ser (el descosido de la gabardina de Joe que Katherine dice que va a coser; por este arreglo descubrirá que su novio vive aún). Destaquemos:
---varios planos intercalados desde la cárcel según la mirada de Joe--- travelling de la multitud enfurecida acercándose a la cárcel, conectando con los citados anteriormente, a partir de una nunca mejor usada panorámica circular en el bar cuando deciden el linchamiento --- primeros planos oscuros de la masa linchadora en correspondencia a otros de la faz iluminada de Katherine --- ante el incendio de la cárcel un joven come un bocadillo, una madre levanta a su pequeño para que pueda ver el espectáculo…., una anciana reza --- la noticia de la captura del supuesto raptor corre de boca en boca, unas chismosas comadres son señaladas con un plano equivalentes de un corral de gallinas que cacarean --- la hipocresía política: el gobernador no envía al ejercito a defender al ciudadano (aunque hubiera sido culpable no estaba justificado, por supuesto, el linchamiento) por estar en período electoral como le recuerda su asesor; otro tanto para el sheriff que defiende a sus conciudadanos olvidando, además que le dejaron maltrecho --- Joe cambia de personalidad, se vuelve arisco, huraño, discute continuamente con sus hermanos y,  más tarde, con su novia (quienes solo buscan su bien); al irrumpir en el juicio recobra su propia estima; este cambio de personalidad se refleja igualmente en “El extraño caso del Dr. Jekyll”, de Victor Fleming, siete años después (aunque no sea la mejor versión, Spencer Tracy está muy adecuado en su doble rol); su primera “aparición” ante sus hermanos con gabardina negra abrochada, sobrero calado y rostro que refleja un odio intenso es digno de figurar en cualquier antología cinematográfica --- el fiscal se basa en la filmación de un aficionado que denuncia todos los cabecillas, es una prueba irrefutable --- panorámica sobre los acusados en el centro de la sala, primacía del juez, después de la entrada del presunto asesinado, este ocupará la posición junto con el juez --- cuando el fiscal condena a varios de los cabecillas, uno de ellos, Kirby Dawson (Bruce Cabot), no puede resistir, empuja al alguacil y huye hacia la salida topando allí en plano/contraplano con Joe quien le mira fijamente; aterrorizado Kirby retrocede ----
Con esta cinta Lang denuncia la irracionalidad de las masas en su mediocridad y su papanatismo cultural y moral, sus dudas sobre el funcionamiento de la Ley y de la Justicia, la corrupción política tolerada además de la indefensión del “señalado”. Un punto sobre el que no dejaron decidir a Lang fue la profesión de Joe (en principio debía ser un abogado para convertirse en el film en un hombre de clase media donde no se hace mención de su oficio) y otro que el realizador deseaba al protagonista como hombre de color cosa que tampoco pudo ser (deberían pasar casi 25 años para que John Ford convirtiera en víctima inocente a una persona de raza negra, “El sargento negro”, 1960) al igual que el aplazamiento del beso final de la pareja en el juicio (Lang quería no mostrarlo, persistiendo aún el odio en el corazón de Joe) o el final de la historia escuchada por unos muchachos negros con una radio….Sea como fuere y tal como quedó “Furia” sencillamente es una obra maestra.

Narcis Ribot Trafí

1)- Víctor Arribas: “El cine negro”. Notorius Ediciones, Madrid- 2010.
2)- “El Dr. Mabuse” es un personaje creado por Norbert Jaques. Poseedor de unos poderes hipnóticos extraordinarios y de una mente privilegiada….hacia lo criminal ya que desea dominar el mundo. Es fácil ver en Mabuse la representación del nazismo en general o del mismo Adolf Hitler en particular. Otros realizadores tocaron también este personaje similar en muchos aspectos con el Dr. Fu-Manchú o Fantomas.
3)- Quim Casas: “. Fritz Lang”. Ediciones Cátedra (Colección Signo e Imagen/Cineastas). Madrid, 1991.
Otros títulos en castellano:
-Michael Töteberg. “Fritz Lang”. Ediciones T&B (Colección “Lo esencial de…”), Madrid- 2006. (traducción de un original de 1985).
-Fernando Mendez- Leite von Haffe: “Fritz Lang, su vida y su cine” Editorial Daimon. Barcelona- 1980
-Paul M. Jensen- “Fritz Lang”- Ediciones J. C. (Colección Directores de Cine). Madrid- 1990 (también proviene de una traducción, original de 1969
-Peter Bogdanovich: “Fritz Lang in America” (original, Londres- 1968). Edición española: “Fritz Lang en América” Editorial Fundamentos, Madrid 1972, reedición en 1984.
-Nº 47 de la revista “Nosferatu” dedicada a “Fritz Lang en América” (Donostia Cultura), San Sebastián, obra coral.
4) Los films antinazis de Fritz Lang son: “The man hunt” (“El hombre atrapado”, 1941); “Hagmen also die” (1943), no estrenada comercialmente en España pero pasada por TV y aparecida hace poco en soporte DVD con el título de “Los verdugos también mueren”); “Ministery of fear”, 1943, (no estrenada en España pero aparecida en DVD con el título de “El ministerio del miedo”) y “Cloak and dagger”, 1946 (mismo caso que los dos anteriores, el DVD lleva el título de “Clandestino y caballero”). Estos films contienen elementos del cine de espionaje y cine negro.