AMANDO DE OSSORIO



Amando de Ossorio y Salvado Sáinz, Sitges 1978

Cuando tuvo lugar aquella moda efímera del cine fantástico español, las películas de Amando de Ossorio hicieron época aunque se ignora que este fenómeno fue siempre minoritario. Son celebradas sus aventuras de los caballeros templarios, unas momias que se levantaban de las tumbas, a veces montados en caballos, para aterrorizar a los lugareños de turno.
A diferencia de otros rivales, Ossorio creó un mito personal y no se basó en modelos estadounidenses. El peor defecto del fantástico español fue su mimetismo, el recrear meras copias de producciones hollywoodenses de la época Universal en los años 30 deteriorándolos y banalizándolos con producciones de pésima factura industrial.
Los caballeros templarios hicieron época y su fama dio la vuelta al mundo. Esas momias (no zombies ni muertos vivientes como se ha escrito gratuitamente) montados en caballos al ralenti se convirtieron en un icono universal.
Amando de Ossorio (6 de abril de 1918 – 13 de enero de 2001) fue su creador, aunque por desgracia jamás contó con presupuestos importantes. Le recuerdo en su sótano de Corredera Baja con sus imágenes de templarios y la cabeza de la serpiente de mar de su última película protagonizada por Ray Milland, un célebre de actor de Hollywood que en aquel tiempo era una sombra de lo que fue.
Este gallego socarrón e irónico abandonó su tierra natal para estudiar periodismo en los madriles, aunque tuvo que trabajar en un triste banco para ganarse la vida antes de situarse en tan difícil oficio.
El misterio de la endemoniada (1942) y El último carnaval (1942) fueron sus primeros cortometrajes, y Bandera Negra (1956) su primer largometraje. La censura se lo prohibió por lo que recibió un palo impresionante.
En aquellos años alternaba en el célebre Café Gijón donde para dase a conocer sobornó a uno de los camareros, paisano suyo, para que de tanto en tanto diera gritos de "Señor Amando de Ossorio, al teléfono", para que así su nombre quedara grabado en los oídos de tan ilustres contertulios.

La noche de las gaviotas

Su carrera estaba en punto muerto porque los títulos que le tocaban en suerte no le dieron ningún prestigio. Malenka (1969) con la decadente Anita Ekberg, ya le dio un cierto nombre, pero fue su siguiente trabajo, La noche del terror ciego (1971) la que cimentó su prestigio entre los estudiosos del género fantástico aunque siempre fue maltratado por la crítica oficial, suerte que compartió con todos los profesionales que trabajamos en este género.
Por desgracia, España no es Reino Unido. Mientras en la Hammer todos los profesionales eran una piña, en este país de pandereta no fue así, otras figuras del género cargó en su contra lanzando toda clase de artillería pesada en contra de su persona y de su obra.

La noche de los brujos

En La noche del terror ciego, los caballeros templarios salieron de sus tumbas y se subían a un tren causando espantos de todo tipo. Su éxito provocó que la saga tuviera tres jalones más: El ataque de los muertos sin ojos (1973), El buque maldito (1974) y La noche de las gaviotas (1975), ya en las postrimeras de la moda. Ossorio quería rodar una quinta, El cementerio de las poseídas con Julia Saly y el "icónico" licántropo nacional, éste al saber del proyecto comenzó a lanzar toda clase de exabruptos por el odio que procesaba a este personaje y a todo aquel que no comulgara con sus ideas.
Se trataba de la tentativa de unir a los templarios con el hombre lobo en busca del Necronomicón para curarse de la licantropía. En 1978, Ossorio puso en marcha el rodaje de Los cantabros con Dan Barry, Frank Braña y Narciso Ibáñez Menta. Pero ya se sabe que una mala pasada provocó la paralización del rodaje y que se iniciara de nuevo con otro equipo.
Ossorio, muy desanimado, rodó alguna película más hasta Serpiente de mar. La falta de éxito de esta última, más un fuerte infarto le apartaron definitivamente del cine hasta su desaparición a principios del nuevo siglo.
Se dio la tiste circunstancia de que en la gala de los Goya de aquel año se ignoró su fallecimeinto del que me tuve que enterar por la llamada telefónica de un compañero amigos común.
Amando, aparte de un buen profesional, fue un buen hombre. Es de lamentar en primer lugar la falta de medios económicos con los que trabajó, y también el ambiente hostil que tuvo que sufrir. Un ambiente hipócrita que actualmente le considera cineasta de culto cuando le marginaron en vida.

Salvador Sáinz

Arriba La noche del terror ciego, derecha Salvador Sáinz y Amando de Ossorio en el plató de Serpiente de mar.



Filmografía de Amando de Ossorio

El misterio de la endemoniada (1942) cortometraje
El último carnaval (1942) cortometraje
La bandera negra (1956)
La tumba del pistolero (1964)
Rebeldes en Canadá (1965)
Pasto de fieras (1967)
La niña del patio (1967)
Arquitectura hacia el futuro (1967)
Escuela de enfermeras (1968)
Malenka la vampire (1969)
La noche del terror ciego (1972)
La noche de los brujos (1973)
Centro nacional de promoción profesional (1973)
Boda en Lagartera (1973)
El ataque de los muertos sin ojos (1973)
Las garras de Lorelei (1974)
El buque maldito (1974)
La noche de las gaviotas (1975)
La endemoniada (1975)
Las alimañas (1976)
Pasión prohibida (1982)
Serpiente de mar (1984)