DECLIVE DE
BUSTER KEATON

PIERNAS DE PERFIL (1932)

Si el día en que Buster Keaton entró en la Metro podía considerarse fatídico, por haber perdido su libertad de creación, mucho más lamentable fue la fecha en que Lawrence Weingarten, ayudante de producción de la Metro-Goldwyn-Mayer, se casó con Sylvia Thalberg (hermana del talentoso productor Irving Thalberg). Fue en 1928 y un año después ascendió al cargo de productor ejecutivo, debutando en el nuevo cargo con Broadway Melody (Broadway Melody, 1929) de Harry Beaumont. Tras un trío de películas menores con Marie Dressler, Thalberg le encargó a su cuñado la producción de los próximos títulos de Buster Keaton.
Tras rodar Pobre tenorio (Parlor, Bedrom and Bath, 1931), una comedia con tintes picantes, elemento extraño en la filmografía del gran Cara de Palo, que aún obtuvo algún éxito, Weingarten (que en las anteriores cintas de Keaton para la Metro había tenido trabajos secundarios) impuso al gran cineasta una serie de títulos que le arruinaron completamente la carrera.
Las calles de Nueva York (Sidewalks of New York, 1931) fue un duro revés para Keaton, al que echaron injustamente la culpa del desastre ya que Thalberg no se atrevió a acusar a su propio cuñado.
Vista ahora Las calles de Nueva York no es una mala película aunque muy distinta al resto de la filmografía de Keaton. Un millonario filantrópico se dedica a crear una institución benéfica para que los muchachos de su barrio no se pierdan en las calles y la delincuencia. Como siempre lo hace por amor a una mujer. Tal vez ésta sea la única película que se salva de la quema en este capítulo tan aciago.
Pero la taquilla fue adversa y eso en Hollywood se paga muy caro, po eso Weingarten. tuvo la nefasta idea de emparejar al gran cómico del silente con un actor procedente de Broadway, Jimmy Durante, que si como secundario era eficaz y simpático, como estrella fracasó completamente por carecer de la suficiente personalidad para llevar una película.

QUEREMOS CERVEZA (1933)

Tanto El amante improvisado (The Passionate Plumber, 1932) como Piernas de perfil (Speak Easily, 1932) y posteriormente Queremos cerveza (What no Beer?, 1933) fueron auténticos desastres de taquilla, amargando la existencia de Buster Keaton que veía impotente como su carrera se iba al traste por la incompetencia de Weingarten.
Estas tres comedias, al igual que Pobre tenorio carecen de la más mínima calidad y no se pidieron responsabilidades a quien las eligió.
Irving Thalberg era un productor de gran talento, uno de los cerebros más claros de Hollywood, a pesar de su corta edad, pero que por desgracia adolecía de una salud muy fragil.
Un infarto le apartó del estudio, circunstancia que Louis B. Mayer aprovechó para deshacerse de los actores y técnicos leales a Thalberg. Es sabido la gran rivalidad que había en la Metro entre el mítico productor y el gerente de la productora cuyas visiones del cinematógrafo y de la vida eran radicalmente distintas.

HOLLYWOOD CAVALCADE (1939)

Cuando Mayer requirió a Keaton para una exhibición en los estudios y no estaba disponible, aprovechó la oportunidad para despedirle. En el mismo año, 1933, Natalie Taldmage obtuvo el divorcio y le arrebató hasta el último dólar. Joseph Schenck, marido de la actriz Norma Taldmage y cuñado de Natalie, tenía un hermano, Nicholas Schenck, alto ejecutivo de la Metro con oficina en Nueva York. El clan Schenck-Taldmage azuzaron la prensa en contra de Buster Keaton, a quien los elementos puritanos jamás le perdonaron su apoyo otorgado a Roscoe Arbuckle en el escándalo de 1921.
Al ser expulsado de la Metro de forma tan humillante, ningún estudio le quiso dar trabajo. Tiempo después, Irving Thalberg, se recuperó del infarto, volvió a los estudios e intentó reparar el daño que se le había hecho a Keaton consiguiéndole un contrato como asesor técnico, pero en 1936, durante el rodaje de Un día en las carreras con los hermanos Marx, el legendario productor fallece inesperadamente de otro infarto. Su hermana Sylvia también sufrió la misma suerte en un corto espacio de tiempo, así Weingarten libre de su relación con Thalberg pudo continuar en la productora del león hasta sus últimos días, en 1975.
Buster Keaton no pudo recuperarse nunca más de esta amarga experiencia. Rodó una serie de cortos sonoros para la Educational Pictures, de menor presupuesto de su época gloriosa, pero aunque alguno de ellos tuvieran dignidad y gracia estaban muy por debajo de su talento. En 1940 rodó otra serie de cortos aún peor para la Columbia, dirigiendo además tres documentales para la Metro. El resto son apariciones secundarias como la de Hollywood Cavalcade (1939) que en muchos casos fueron bienvenidas por sus seguidores.

No obstante el gran cómico intentó reverdecer sus laureles en el extranjero. El rey de los Campos Elíseos (Le roi des Champs-Elysees, 1934) de Max Nosseck fue un film francés muy divertido, mucho mejor que los producidos por Weingarten, pero sufrió una pésima distribución; The Invader (1934) de Adrian Brunel, rodado en Inglaterra, fue un rotundo fracaso por las pésimas condiciones de producción; doce años después vuelve a intentar reverdecer laureles en Méjico, pero El moderno Barba Azul (1946) de Jaime Salvador tampoco le funcionó.
Ya anciano intentó quemar sus últimos cartuchos con Guerra a la italiana (Due marines e un generale, 1965) de Luigi Scattini, asociado con dos cómicos sicilianos Franco Franchi y Ciccio Ingrasia, pero Keaton no tuvo tiempo de ver su fracaso por fallecer meses después del rodaje.A pesar de todo, la aparición de Keaton en este filme fue excelente y un cálido homenaje a su carrera destacando la secuencia en que el general alemán, para escapar, se disfraza con el traje de un espantapájaros que resulta ser el suyo habitual de sus años de gloria. Fue una gentil encerona que le preparó Scattini, quien no obstante se comportó como un auténtico caballero, para darle al gran Keaton una grata sorpesa.
En los últimos años, Buster Keaton reconquistó en parte su estrella gracias a la televisión, The Buster Keaton Show (1950-1951) fue líder de audiencia en la Costa Este, pasando a protagonizar diversos telefilmes en calidad de actor invitado. Recordemos en esta última etapa su participación en Candilejas (Limelight, 1952) con su esperado encuentro con Charlie Chaplin, secuencia que resume lo mejor de la pantalla cómica de todos los tiempos. No nos olvidemos tampoco de su último largometraje rodado en España, Golfus de Roma (A Funny Thing Happened on the Way to the Forum, 1966) de Richard Lester, en el papel de Erronius. Era septiembre de 1965. Luego partió hacia Canadá para rodar su postrer corto, The Scribe (1966), y el telón bajó para siempre falleciendo al lado de su tercera esposa, Eleanor Keaton, ex bailarina que siempre fue fiel a su memoria.
Ignorado durante mucho tiempo por los historiadores cinematográficos, Buster Keaton vio en sus últimos años cómo se le hacía justicia y por fin ocupaba el lugar que le correspondía, el de rey de la comedia.

Salvador Sáinz

CANDILEJAS (1952), junto a Charlie Chaplin

EL MODERNO BARBA AZUL (1946)

GUERRA A LA ITALIANA (1966)

GOLFUS DE ROMA (1966)