El triunfo de Charlie Chaplin y, sobretodo, de su personaje Charlot fue un auténtico fenómeno de masas, y por ello no es de extrañar la aparición de una serie de imitadores siendo el más célebre de ellos el ya mencionado Billy West.
William West empezó a trabajar en el cine como actor en 1912 para la King Bee Comedies (Comedias de la abeja reina) hasta 1917, fecha en que ingresó en la Reelcraft productora en la que estuvo rodando, durante tres años, cortos de uno o dos rollos. A raíz del éxito de Chaplin en la Keystone no dudó en copiarle literalmente el personaje. Así "Charlot, esquirol" (The Pest, 1915), "Charlot, esclavo de turco" (The Slave, 1916), "Charlot, ladrón" (The Rogue, 1916), las tres dirigidas por Alvin E. Guillstrom, llegaron a España como si fueran interpretadas por el propio Chaplin engañando al público de forma fraudulenta.
West copió el atuendo, los gestos, los ambientes de los films chaplinianos aunque naturalmente no tuvo el mismo talento razón por la cual su vida en el cine fue efímera. Es de destacar sin embargo que el villano de sus cortos luego se haría muy popular, se llamaba Oliver Hardy, quien entonces hacía sus pinitos en la pantalla. Pero ni "Thrilling Youth" (1926) de Glover Jones ni "Lucky Fool" (1927) de Jones y del propio West tuvieron éxito.
Al llegar el sonoro, West ingresó en la Columbia donde trabajó como ayudante de dirección hasta 1939 en que abandonó el cine para encargarse del bar del Columbia Cinema de Hollywood, aunque realizó algún que otro trabajo esporádico como dirigir un corto de Harry Langdon "Double Trouble" (1941) para la misma productora, muriendo de un ataque de corazón el 21 de julio de 1975 mientras paseaba por el Hollywood Park. Actualmente es un actor completamente olvidado en todas las Historias del Cine.

 

Sydney Chaplin y su hermano Charlie en "Armas al hombro"

 

El otro Chaplin

La inmensa fama de Charlie Chaplin oscureció la fama de numerosos cómicos de la época, incluyendo la de su propio hermano Sydney Chaplin que repartió su carrera entre ambos continentes.
Syd Chaplin (como se le conocía artísticamente) debutó en Giddy, Gay and Girlish (1915) y apareció luego en That Springtime Feling (1915) para la Keystone, pero su gran éxito fue The Submarine Pirate (1916), un corto de tres rollos donde parodiaba las películas catastróficas y al cine bélico tan en boga en aquellos años en que tenía lugar en Europa la Primera Guerra Mundial.
La trama giraba sobre un camarero que compra un uniforme de almirante y toma el mando de un submarino para atacar un barco repleto de lingotes de oro.
Otro triunfo de Syd fue La tía de Carlos (Charley's Aunt, 1925), basado en una obra de teatro de Brandon Thomas que le había hecho triunfar en la escena londinense. No es la única versión que se ha hecho de la célebre comedia que trata el tema del travestismo, en 1915 se rodó otra protagonizada por un oscuro actor, entonces desconocido, llamado Oliver Hardy.
El Chaplin desconocido, su hermano Syd, siguió haciendo cine aunque sus títulos hayan desaparecido de nuestro recuerdo como Oh! What a Nurse! (1926) y The Man on the Box (1926), todas ellas para la Warner. En 1927 se inició con el sonoro en el corto The Better Ole, una cinta producida por dicha productora, pioneros en este campo, regresando finalmente a Inglaterra para rodar A Little Bit of Fluff (1928) y The Missing Link.
Sin embargo las dos interpretaciones más conocidas de Syd Chaplin son cuatro películas dirigidas por su hermano Charlie: Vida de perro (A Dog's Life, 1918), Armas al hombro (Shoulder Arms, 1918), Día de paga (Pay Day, 1922) y El peregrino (The Pilgrim, 1923), todas ellas para la First National Films.
Un sobrino suyo, hijo del genial Charlot, llevó posteriormente su nombre, Sidney Chaplin, apareciendo en Candilejas (Limelight, 1952) y La condesa de Hong Kong (A Countesse from Hong Kong, 1966), sin olvidarnos de Tierra de faraones (Land of the Pharaons, 1955) de Howard Hawks.
Valorar ahora la carrera de Syd Chaplin es difícil porque sólo conocemos los títulos que compartió con su hermano, más algunas secuencias de The Submarine Pirate. De no ser por su parentesco ya habría caído en el olvido, aunque al parecer su intervención en la escena fue más que brillante. En cambio, el sobrino Sidney no ha pasado de ser un actor impersonal. Ni la enorme influencia de su padre consiguió librarle de una carrera oscura, razón por la cual su filmografía es escasa y poco distinguida a excepción de la interesante cinta de Hawks ambientado en el Antiguo Egipto donde actuó en un papel dramático.

 

Corto de Syd Chaplin

Es sabido que Stan Laurel (en la foto) trabajó con Chaplin en la compañía de la Karno. Al abandonar éste la compañía, Laurel hacía un número de imitación.

Robert Downey jr en "Chaplin"

El Charlot español

El triunfo de Charlie Chaplin motivó, como es previsible, que diversos actores decidieron copiarle buscando así una rentabilidad fácil a sus mediocres carreras. En España, ¡como no!, enseguida se apuntaron al carro de la mimesis apareciendo de súbito un actor llamado Héctor Quintanilla cuya obra ya ha sido olvidada por el tiempo, ni siquiera se conservan ninguna de sus cintas cortas. Las películas de Billy West, imitador notorio de Chaplin, eran distribuidas en nuestros pagos como si fueran del mismo Charlot engañando así al público al que se le daba gato por liebre.
Sin embargo, de toda aquella oleada de imitadores, el mejor sin ninguna duda fue Benito Perojo quien tuvo la honradez de desmarcarse de su modelo adoptando un nombre diferente, Peladilla. Perojo ha sido un nombre fundamental dentro del cine español. Actor, guionista, productor y director había nacido en Madrid, el 14 de julio de 1894, abandonando sus estudios en Inglaterra en 1913 para regresar a los madriles e iniciarse en el periodismo.
Debutó como actor en Cómo se hace un periódico (1913) de su hermano José Perojo. Con Pedro Soto, Gerardo Vargas y Pedro Zorrilla fundaron la productora "Patria films" con la cual se inició en la realización.
Pero de toda su carrera, tal vez lo más destacable dentro de nuestras coordenadas sea su genial homenaje a Charlot, Peladilla, personaje que utilizó en cuatro cortos antológicos: Garrotazo y tentetieso (1915), Peladilla, cochero de punto (1915), Donde las dan las toman (1915) y "Clarita y Peladilla van al Football" (1915).
Digo homenaje y no imitación porque Perojo quiso darle a su Peladilla un carácter distinto. Perojo no tenía ese trasfondo social que tenía Chaplin, sin embargo poseía algo a su favor, el ambiente español como decorado de sus aventuras, tal como apuntó certeramente Antonio Ozores en el programa Risas y angustias, de la serie Imágenes perdidas (1991) en la que una nueva generación de cinéfilos pudimos descubrir el peculiar gracejo de Peladilla.

Ataviado igual que Chaplin, tal vez más flaco de cintura, nuestro Peladilla tenía gestos semejantes a los de Charlot aunque cambiando el tono melodramático por el picaresco. Chaplin bebía en la tradición de Charles Dickens, ambientes miserables y marginales, incitando a la compasión del público y al sentimentalismo. Los pícaros de nuestras gloriosas novelas cervantinas jamás se compadecían de sí mismos, siempre trataban de sobrevivir en un mundo que les era hostil utilizando métodos escasamente nobles.

Comentarios de Salvador Sáinz