LA REINA DEL OESTE (1950)

La reina del Oeste cuenta las aventuras del circo de Buffalo Bill, Annie Oakley y Toro Sentado, es decir Tatanka Iyotanka, jefe nativo de la tribu de los sioux hunkpapa que derrotó al famoso general Custer en la batalla de Little Big Horn. En sioux, Tatanka Iyotanka significa «Bisonte Macho Sentado» pero como en España no hay bisontes lo cambiaron por toro que por cierto es un animal mucho más fiero.
No sabemos por qué Tatanka Iyotanka se enroló en el circo cobrando 50 dólares a la semana, pero en las películas no muestran de él una imagen digna. Más bien lo presentan como un ser extraño y pintoresco. El famoso sioux, por si alguien lo ignora, se convirtió al catolicismo siendo bautizado por un jesuita.
Buffalo Bill es un personaje típico del Oeste, de no ser por el circo tal vez se habría olvidado. El Buffalo Bill's Wild West Show es toda una leyenda en la historia circense. Organizó una gira europea y actuaron en Barcelona donde algunos indios fallecieron por las fiebres españolas que no estaban preparados para superar. Sebastián D’Arbó tenía el proyecto de rodar una película sobre la estancia del Buffalo Bill's Wild West Show en la Ciudad Condal pero no se llevó a cabo, un tema que hubiera sido interesante. Samuel Bronston sí rodó en Barcelona, en el Moll de la Fusta, El fabuloso mundo del circo con John Wayne, inspirado en el circo de Buffalo Bill.
La gran atracción de este circo se llamaba Annie Oakley, una chica de las montañas de Ohio analfabeta que de muy niña mantenía a su familia cazando animales en los bosques para venderlos a los hoteles y su puntería fue tan certera que ganó un concurso derrotando al tirador Frank Buttler quien se convirtió años después en su esposo.
Irving Berling compuso un musical a mayor gloria de Annie y su vida ha sido llevada al cine en varias ocasiones.  Debido al auge del musical en los 40 y 50, la Metro quiso llevarlo a la gran pantalla en una versión colorista con la dulce Judy Garland de protagonista pero la pésima salud de la actriz y cantante se lo impidió.
Fue sustituida por Betty Hutton, una actriz distinta que sobresale por sus cualidades de histriónica payasa. Sus números musicales son muy buenos, pero diferentes.
La colorista versión de George Sidney, uno de los más brillantes de la Metro, cineasta a reivindicar, contiene lo mejor y lo peor del musical de la firma del león. Lo peor es para mí la imagen pintoresca que se da de los indios y sobretodo de Toro Sentado, al menos no son los típicos villanos de los westerns de serie, se les presenta de forma agradable y simpática, pero poco seria.
Lo mejor son las canciones, los números musicales de la excepcional Betty Hutton y su gracia como actriz. Sidney sobresale en la composición de bellas imágenes, los números de conjunto con su exquisito gusto. Está el trasfondo machista de Frank Buttler (Howard Keel) que no soporta que una mujer supere su destreza en el tiro pero en la realidad fue el mánager de su esposa hasta la muerte de ambos en 1926.
Buffalo Bill siempre ha tenido en los últimos años  una figura antipática de asesino de indios y de búfalos, pero en realidad defendió dicha especie de los cazadores furtivos, defendió a los indios por el injusto trato que recibió de la sociedad blanca y también defendió los derechos de las mujeres.
Si el guión de La reina del Oeste no es demasiado fiel a la realidad, el conjunto del espectáculo es una maravilla visual, un regalo a los sentidos de la vista y el oído. Sus canciones son preciosas, y Betty Hutton es el alma del espectáculo bien secundada por Howard Keel, Louis Calhern, J. Carrol Naish y Keenan Wynn.

Salvador Sáinz