EL ÚNICO EVADIDO (1957)

Roy Ward Baker es uno de los realizadores más queridos en este Diario de Cine. Su carrera no ha tenido la difusión de otros británicos como Alfred Hitchcock, a quién consideramos un genio, porque éste cruzó el Atlántico y se afincó en Hollywood mientras que Baker prefirió regresar a su país y desarrollar en él lo más importante de su carrera sufriendo como consecuencia una difusión menor, peores condiciones económicas pero mayor grado de libertad.
Este comentario lo hago no por gratuidad sino porque es impensable  que una película como El único evadido se ruede en los Estudios de Hollywood, pero más comprensible en los civilizados Pinewood. Reino Unido estaba en guerra con Alemania sufriendo bombardeos y ataques aéreos por parte de la Luftwaffe alemana. Muchos pilotos, como el teniente Franz Von Wera, fueron derribados y hechos prisioneros de guerra como ocurría también en el bando contrario. Recordemos La gran evasión (1963) de John Sturges, todo un espectáculo hollywoodense repleto de grandes estrellas, con unos alemanes que parecen tontos y van por la vida haciendo aspavientos. Recuerdo un crítico de los años sesenta, Alfredo Sánchez, todo un maestro de la profesión, que con su humor socarrón siempre comentaba “si los alemanes son tan tontos como los que aparecen en las películas no me explico cómo los americanos no ganaron la guerra en dos días”.
El único evadido fue rodada cinco años antes que el film de Sturges, es mucho más modesta de presupuesto, sólo el actor alemán Hardy Krüger era conocido, y por si fuera poco el guión está visto desde el punto de vista de los “enemigos” de entonces. Toda la trama trata de un piloto teutón (al que los italianos llaman “tedescos”) que trata de escapar de su prisión, atravesar Reino Unido y regresar a su país. Está basado en un hecho real, el prisionero conseguirá su objetivo. No es positivo desvelar el final de la película pero ya en los títulos de crédito nos los adelantan así que… Incluso, cuando el piloto alemán ha conseguido su objetivo, tiene el detalle de enviarle a su ex carcelero una postal con saludos cordiales para informarle de que está vivito y coleando.   
Roy Ward Baker no muestra los típicos alemanes de mirada torva y siniestros ademanes, sino seres humanos que defienden los intereses de su país. No cae en el fácil maniqueísmo muy propio de los Estados Unidos y sobretodo del cine español, veamos pues la lista de películas sobre nuestra guerra civil y la posguerra repleta de villanos enloquecidos.
El estilo de Roy Ward Baker es sobrio, conciso y muy británico. Como nos adelantan el final en los títulos de crédito iniciales todo el suspenso se basa no en averiguar si el piloto huye sino en cómo consigue triunfar en sus objetivos. No hay violencia en la película ni persecuciones espectaculares. Todo es sosegado y sencillo.
Po esto yo prefiero El único evadido a la espectacular La gran evasión,  porque es una película mucho más inteligente y sólida. Con pocos medios Roy Ward Baker consigue una película muy superior, como ocurre con La última noche del Titanic, cuya versión es modélica y mucho mejor que multimillonaria superproducción de James Cameron.
Excelente trabajo del actor Hardy Krüger.

Salvador Sáinz