LA DIOSA DE LA DANZA (1947)


La diosa de la danza. Título original: Down to Earth. Año: 1947.País: Estados Unidos. Dirección: Alexander Hall. Intérpretes: Rita Hayworth, Larry Parks, Marc Platt, Roland Culver, James Gleason, Edward Everett Horton, Adele Jergens, George Macready, William Frawley, Jean Willes, Kathleen O'Malley, William Haade, James Burke, Dorothy Hart. Guión: Edwin Blum, Don Hartman (Obra: Harry Segall). Música: George Duning, Heinz Roemheld. Fotografía: Rudolph Maté. Productora: Columbia Pictures. Duración: 101 min. Género: Fantástico. Musical. Comedia. Romance | Comedia romántica

El difunto protesta (1941) fue una exitosa comedia celestial de Alexander Hall con Robert Montgomery, Evelyn Keyes, Claude Rains, Edward Everett Horton y James Gleason, sobre el regreso del Más allá y la vida celestial que nos espera. Seis años después se estrena esta continuación, La diosa de la danza, del mismo director y protagonizada por Rita Hayworth. Algunos secundarios del original repiten, Edward Everett Horton y James Gleason, pero es una película muy distinta. La secuela es en color, el original en blanco y negro, y además es de un género distinto, esta vez es un musical.
Por lo que a esta secuela la podríamos calificar como un vehículo para Rita, nunca mejor dicho. Como musical carece del brillo de la Metro, donde se fueron los mejores profesionales de la época, quedando en la Columbia las medianías. Por eso los números de este filme apenas brillan, sólo brilla la sensual y única Rita Hayworth que llena por sí sola todo el espectáculo. Resulta curioso pero la trama recuerda en cierto modo a Melodías de Broadway 1955 de Vincente Minnelli que es de producción posterior.
Los secundarios Edward Everett Horton y James Gleason son para mi gusto lo mejor de la película, aparte Rita, que bordan sus respectivos papeles. El protagonista masculino es Larry Parks, el marido de Betty Garret, la taxista de Un día en Nueva York. Este matrimonio años después fue perseguido por el senador McCarthy y acusados de comunistas. Ese detalle les costó la carrera, desapareciendo ambos de las pantallas.
Parks como actor me parece algo justito. No está mal, no es antipático, pero carece de expresividad. Se le ve algo acartonado y rígido. Por eso es Rita quien con su talento de bailarina y su atractivo físico evidente quien centra la película. La película explota su atractivo físico y centra en ella todo el argumento. Una fotografía a base de colorines chillones, muy típico de aquellos tiempos, la debió convertir en éxito de taquilla pero sus números musicales no son memorables. Rita canta con la voz de Anita Ellis. y Larry Parks con la de Hal Derwin. Esteno estaba viendo tado para el musical, aunque obtuvo cierto éxito encarnando al legendario Al Jolson en The Jolson Story (1946) y Jolson Sings Again (1949).
El resultado final es una película que se ve con simpatía, nada extraordinaria, pero agradable.

Salvador Sáinz


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