UN ESPIA EN HOLLYWOOD (1961)

The errand boy (el chico de los recados) es la tercera película que dirigió Jerry Lewis, conocida aquí como Un espía en Hollywood, un film menor en una filmografía muy irregular que precipitó su declive prematuro. De ser el rey de la Paramount pasó a convertirse en veneno para la taquilla a finales de la década con producciones de pésimo gusto la inédita The Day the Clown Cried (1972) y la horrenda ¿Dónde está el frente? (1970), eso sí, queda para el recuerdo una filmografía gloriosa con algunos altibajos como la presente Un espía en Hollywood.
Lo más interesante es que Jerry Lewis es una especie de hilo de Ariadna gracias al cual conocemos las interioridades de los estudios. En cierto modo recuerda a Free and Easy (1930) con Buster Keaton, que es muy superior,  o Cinemanía (Movie crazy, 1932) con Harold Lloyd, el mejor talkie del popular cómico.
La película de Lewis es inconexa, no tiene ni pies ni cabeza, los gags no encajan en un argumento inexistente. Lewis cede a la megalomanía que tanto le perjudicó como si creyera que cualquier cosa que rodara tuviera calidad. A menudo la película carece de gracia, Jerry se ve perdido como si la película se le fuera de las manos. Quiere contar más historias de lo que puede contar y pierde el control quedando todo deslucido y apagado.Lo mejor de la película son los cameos de snub Pollard y el casting de Bonanza.
Afortunadamente quedaban algunas obras maestras para rodar en las que Lewis dio lo mejor de sí mismo. Una ración de humildad siempre viene bien para quien se ha endiosado por éxitos anteriores.

Salvador Sáinz