EL REY DE LA COMEDIA (1982)

Martin Scorse en una aparición especial en La invención de Hugo. Con sus lógicos altivajos, su carrera es de las más coherentes del Hollywood actual y uno de los cineastas más prestigiosos en activo.


EL REY DE LA COMEDIA. Título original: The King of Comedy. Año 1982. País: Estados Unidos. Dirección: Martin Scorsese. Intérpretes: Jerry Lewis, Robert De Niro, Sandra Bernhard, Diahnne Abbott, Lou Brown, Ed Herlihy, Martin Scorsese, Tony Randall. Guión: Paul D. Zimmerman. Música: Robbie Robertson. Fotografía: Fred Schuler. Productora: 20th Century Fox: Productor: Arnon Milchan. Duración: 109 minutos. Comedia | Comedia dramática

El rey de la comedia supuso el regreso a la gran pantalla del gran cómico Jerry Lewis, en otro tiempo rey de la Paramount, y en aquellos momentos era considerado nada más y nada menos que veneno para la taquilla. Es triste y cruel, pero la realidad es terca. Jerry Lewis ya no vendía. Al volverse adulto, al madurar, había perdido su gracia y en esta película le vemos con otro prisma. Como actor dramático que en realidad es una autoparodia se le ve como una figura endiosada, poco simpática y a ratos sumamente desagradable que va por la vida creyéndose un ser privilegiado que está por encima de los demás.
Pero la trama principal gira alrededor de dos fans. Una chica histérica que se ha enamorado de su ídolo y que pretende seducirlo, y el de un émulo que desea convertirse en un gran cómico televisivo. Como la figura no les hace ningún caso acaban por secuestrarle a punta de pistola.
Además de Jerry Lewis, aparece en la película Tony Randall, un comediante que entre los cincuenta y sesenta era habitual en las pantallas y que desapareció de la noche a la mañana sin que supiéramos más de él. Aunque en nuestro país nos creyéramos que esta clase de actores estaban en el paro viviendo en la miseria, en realidad triunfaban en otros medios sin que en nuestro país tuviéramos constancia de ello. El teatro y la televisión ocupaba esta nueva etapa de sus carreras sin transcender allende sus fronteras.
La película de Martin Scorsese muestra la acidez del show business estadounidense, esos ídolos que el gran público venera. Robert De Niro es un actor, que según sus declaraciones, era en su adolescencia y en su infancia un fan de la comedia de su país, admiraba a Dick Van Dyke y Jerry Lewis, devorando cada una de sus películas.
En cierto modo el entusiasmo de su personaje por el de Lewis es un reflejo del que sintió en su juventud. De Niro deseaba convertirse en un actor cómico del mismo estilo pero Martin Scorsese y Taxi Driver se cruzaron en su carrera y se convirtió en la gran figura que es ahora. Un actor de gran calado que, al igual que Lewis, cae en el divismo y a veces sobreactúa. Eso sí, ambos, a pesar de sus excesos, son dos figuras indiscutibles en el mundo del cine y han escrito sendas páginas repletas de gloria y buenas películas.
por eso, ese film de Scorsese tiene un algo de autobiográfico. Por razones misteriosas la película, cuando se estrenó, recibió jarabe de palo por parte de los críticos y no tuvo el éxito que se merecía. Curiosamente este clásico se vende en la actualidad como un filme de Jerry Lewis, ignorando que poco tiene que ver con sus obras de sus años de gloria. Es una buena película, una excelente película pero distinta.

Salvador Sáinz