JUEGO DE PIJAMAS (1957)


JUEGO DE PIJAMAS. Título original: The Pajama Game. Año 1957. País: Estados Unidos. Director: George Abbott, Stanley Donen. Actores: Doris Day, John Raitt, Carol Haney, Eddie Foy Jr., Reta Shaw, Barbara Nichols, Thelma Pelish, Jack Straw, Ralph Dunn, Owen Martin. Guión: George Abbott, Richard Bissell (Novela: 7½ Cents de Richard Bissell). Coreografía: Bob Fosse. Música: Richard Adler, Jerry Ross. Fotografía: Harry Stradling Sr. Productora: Warner Bros. Pictures, duración 101 minutos. Musical. Romance. Comedia | Comedia romántica

Juego de pijamas es un musical adaptado de una obra de Broadway que se estrenó el 13 de mayo de 1954 y obtuvo 1063 representaciones. Fue repuesto en 1973 y de nuevo en 2006 por The Roundabout Theatre Compan. La versión de 1954 obtuvo un Tony al mejor musical. Se trata de una obra archipopular en los Estados Unidos que es representada por numerosos grupos de aficionados y sobre todo en las representaciones escolares.
Lo más curioso es su argumento basado en una fábrica de pijamas y en las reivindicaciones de sus obreros que llegan a la huelga para defender sus derechos. Claro está que no estamos ante una película de Eisenstein sino ante un musical americano que pretende dar una imagen amable del conflicto social y su trama central es una historia de amor entre uno de los “jefazos” y una enlace sindical (Doris Day). La productora no es la Metro sino la Warner Bros que es mucho más liberal pero en cierto modo conserva su look, esa fotografía de colores chillones propios de la época y un generoso scope.
Sin ninguna duda lo mejor de la película son los números coreográficos de Bob Fosse, entonces no era tan famoso como se convirtió una década después, como lo demuestra el número más brillante Steam Heat que sigue las evoluciones de un trío de bailarines acrobáticos. Otra canción a destacar es Hernando's Hideaway muy bien ejecutada.
El resto de la película gira alrededor de Doris Day y John Raitt. La rubia actriz fue muy popular en su época, aunque bastante empalagosa, en este título y en El hombre que sabía demasiado de Alfred Hitchcock dio lo mejor de sí misma consiguiendo estar soportable e incluso simpática. La reina de las llamadas “vírgenes profesionales” era dueña de una voz cálida y agradable que fue utilizada de forma equivocada por la industria de Hollywood.
La realización de George Abbott y Stanley Donen es fluida y agradable. Saben eludir la cursilería y la ñoñería en que se puede caer fácilmente en esta clase de películas, aunque naturalmente no se llega al nivel de títulos emblemáticos que Donen realizó en la Metro.

Salvador Sáinz