ALIEN 3 (1992)



ALIEN 3 (Alien³). Título original: Alien 3 (Alien³). Año 1992. País: Estados Unidos. Director: David Fincher. Intépretes: Sigourney Weaver (Ellen Ripley), Charles S. Dutton, Charles Dance, Paul McGann, Brian Glover, Lance Henriksen, Ralph Brown, Danny Webb, Pete Postlethwaite. Guión: Walter Hill, David Giler (Argumento: Vincent Ward). Música: Elliot Goldenthal. Fotografía: Alex Thomson. Coproductora: Sigourney Weaver. Productora: 20th Century Fox / Brandywine Productions. Duración: 115 minutos. Ciencia ficción. Terror | Aventura espacial. Extraterrestres. Drama carcelario. Secuela

Tras el espectacular éxito de Alien el octavo pasajero y de su secuela Aliens, el regreso, continuar la serie era una empresa inoportuna. Ya estaba todo dicho en ambas cintas por lo que no había nada que añadir. Sin embargo la taquilla no manda, impera. Así que los productores pusieron en marcha dos secuelas menores, menores en calidad, pero que estaba dirigido a los fans de la serie que buscaban sólo mera diversión. A los más exigentes ambas secuelas les supo a poco.
´Ni Alien 3, ni Alien Resurrección son malas películas… únicamente son inferiores eso sí a sus predecesoras.
La primera de ellas, dirigida por David Fincher, nos propone una aventura en un planeta alejado de la civilización que es una prisión con una veintena de reclusos que viven con la cabeza rapada a causa de una epidemia de piojos. Ripley es la única mujer y sufrirá un intento de agresión sexual por parte de los presos, antiguos violadores que se han convertido a una especie de secta religiosa.
La única idea interesante en la película es cuando Ripley es poseída por un alien, llevando en su interior el feto de una “alien madre”, razón por la cual la compañía que trata en vano de capturar los monstruos la codician y éstos la llegan a respetar.
Todo el transcurso de la película es más propio de una serie B que de una película de envergadura como fueron las predecesoras, su retroceso de calidad es evidente y su éxito limitado. En realidad es una película subsidiaria que nace ya muerta porque su objetivo es aprovechar el éxito de otras cintas para obtener un éxito moderado de taquilla. En otras palabras es sólo una película alimenticia.
Sigourney Weaver figura como coproductora en ambas secuelas, con lo cual es evidente que habrá saneado su economía doméstica y bien que me parece porque el cine es un oficio y sus profesionales tienen derecho a ganarse bien la vida.
La acción es moderada, pero la película no decae, no aburre, es entretenida pero no genial. En realidad cumple con sus objetivos y no te decepciona si las aceptas como lo que son, películas de entretenimiento.

Salvador Sáinz