CALIGULA (1979)

Famosa película por sus escenas pornográficas metidas sin orden ni concierto durante todo el metraje. Como película Calígula no es nada del otro jueves. La decoración es de pena y está pasada de moda. Tinto Brass como director nunca llegó lejos. Fue producto de unas circunstancias, de un momento de relajación de costumbres. Cuando se estrenó Calígula en España aún no era legal el cine porno, no se habían abierto las salas X y no se vendían videos de estas temáticas, salvo algunas revistas clandestinas o filmes en súper 8 que no llegaban a los kioscos. Despertó cierta expectación como Emmanuelle, pero pasado su momento ha perdido su valor digamos transgresor. Actualmente la pornografía es fácilmente localizable por internet, en los kioscos se encuentran DVDs a muy bajo precio de todas las tendencias sexuales sean hetero, homo, bi o lo que sea.  
La película de Brass es deshilachada, confusa, tiene poco dramatismo y en ese aspecto es fría. Incluso como película erótica carece de pasión. Ken Park (2002) de Larry Clark, Shortbus (2006) de John Cameron Mitchell, Irreversible (2002) de Gaspar Noé son películas comerciales con secuencias de sexo real que la han superado en calidad. La serie Roma de HBO en cambio contiene escenas eróticas simuladas, pero es una serie modélica en su ambientación de la antigua Roma mientras este Calígula presenta unos decorados completamente ridículos.
De la misma existen dos censuras, la original de Tinto Brass, con algunas escenas eróticas suaves, y la manipulada por el productor Bob Guccione añadiendo las escenas pornográficas a las que hacemos alusión. Es precisamente la versión que hemos visto. Cuando se habla de censura siempre se habla de “cortar” secuencias pero nunca de “añadir” escenas como hacía la censura franquista para desvirtuar el sentido de las películas no gratas. En este caso podríamos hablar de censura al añadirse escenas para “vender” más y provocar controversia.
De todas formas, a pesar de que en la actualidad es considerado una cinta de valor “histórico”, no una cinta histórica de valor, su calidad es deficiente. Brass pierde los papeles y se salvan la presencia de actores como Malcolm McDowell y la siempre estupenda Helen Mirren.

Salvador Sáinz