CAMINO A LA PERDICIÓN (2002)


CAMINO A LA PERDICIÓN. Titulo original: Road to Perdition. Año 2002. País: Estados Unidos. Director: Sam Mendes. Reparto: Tom Hanks, Paul Newman, Jude Law, Jennifer Jason Leigh, Stanley Tucci, Daniel Craig, Tyler Hoechlin, Dylan Baker, Liam Aiken, Ciarán Hinds. Guión: David Self (Cómic: Max Allan Collins & Richard Piers Rayner). Música: Thomas Newman. Fotografía: Conrad L. Hall. DreamWorks Pictures / 20th Century Fox presentan una producción Zanuck Company. Durción: 119 minutos. Cine negro. Intriga. Drama | Mafia. Crimen. Cómic. Gran Depresión. Años 30

Camino a la perdición es una parábola sobre la gente que desea saber demasiado. Nos encontramos ante una plácida familia pequeño burguesa, reuniones familiares, un patriarca muy paternal y en apariencia bonachón. Pero esconden un terrible secreto.
La curiosidad mató al gato, a veces es más lucrativo vivir en la ignorancia. De forma malévola Sam Mendes, -autor de la última película de James Bond, Skyfall, cuyo intérprete, Daniel Craig, aparece en un rol secundario pero decisivo en la trama- perpetra esta historia negra con reminiscencias del cine de dicho género en los años treinta, los años de la depresión, de la gran inestabilidad económica, de los negocios poco claros, la violencia y el crimen.
Una película que cuenta un excelente reparto, actores como Tom Hanks y Paul Newman, que dan lo mejor de sí, pero cuya trama está vista a través de los ojos de un niño excesivamente curioso y desencadenante de la tragedia.
Hay momentos lúcidos. El padre para proveerse de fondos atraca los bancos donde Al Capone tiene sus cuentas, vaciándolas y así poder disponer de liquidez sin que la conciencia les remuerda.
El título español puede causar confusión ya que Perdición es el nombre de una pequeña ciudad estadounidense hacia la cual se dirigen los protagonistas de esta cinta en vana busca de su salvación, huyendo de los peligros que su  situación ha causado. No es la perdición en sentido metafórico, es decir a su destrucción humana.
Si la trama es ingeniosa, no lo es menos la dirección acertada de Mendes. Un thriller rodado con muy buen pulso y segundas intenciones.

Salvador Sáinz