LOS SEÑORES DEL ACERO (1985)


LOS SEÑORES DEL ACERO. Título original: Flesh & Blood. Año 1985. País: España, Estados Unidos. Director: Paul Verhoeven. Actores: Rutger Hauer (Martin), Jennifer Jason Leigh (Agnes), Tom Burlinson (Steven), Jack Thompson (Hawkwood), Fernando Hilbeck (Arnolfini), Susan Tyrrell (Celine), Ronald Lacey (Cardinal), Brion James (Karsthans), John Dennis Johnston (Summer), Simón Andreu (Miel), Bruno Kirby (Orbec), Kitty Courbois (Anna), Marina Saura (Polly), Hans Veerman (padre George), Jake Wood (Little John). Guión: Gerard Soeteman & Paul Verhoeven. Música: Basil Poledouris. Fotografía: Jan De Bont. Productoras: Riverside Pictures (Estados Unidos) e Impala (España). Duracion: 126 minutos. Filmada en España, en las ciudades de Belmonte, Cáceres y Ávila.

Los señores del acero, erróneamente clasificada como un filme sobre la Edad Media, cuando deberíamos hablar de la Edad Moderna porque la acción está ubicada a principios del siglo XVI. América fue descubierta en 1492, fecha en la que se materializa el cambio de época, de era o de edad. Fue una fecha en la que el mundo cambió radicalmente. Se fueron dejando atrás los microestados, los minúsculos reinos feudales, para dejar paso a los grandes estados, las grandes potencias, las grandes ciudades. Se descubrió América, se inventó la imprenta. Todo cambió bruscamente y a veces con violencia.
Esa violencia es muy propia de esos años de transición en la que muere una concepción del mundo y de la vida y es suplantada por otra. La película de Paul Verhoeven muestra pues ese desconcierto de la época. Una narración cruel en la que unos mercenarios son estafados por un señor ex feudal que conquista una ciudad. De repente los mercenarios a quien se les debe el dudoso honor de conseguirla se les niega la paga, se les expulsa y se les trata de proscritos. Esos mercenarios se ven desplazados en la nueva sociedad, viven errantes, a salto de mata y de sus tropelías.
Encontramos un mundo lleno de supersticiones añejas a punto de desaparecer. Esa creencia que debajo de un ahorcado crece la mandrágora ya está quedando obsoleta. La película muestra el enfrentamiento entre dos fuerza, unos mercenarios que creen interpretar las señales de una figura de madera que representa a San Martin, y un racionalista inventor de ingenios mecánicos que utiliza en sus campañas bélicas.
Las imágenes a veces son desagradables, no por malas sino por crudas. El erotismo es asimismo violento, radical y contundente.
Un reparto compuesto por actores internacionales entre los que encontramos rostros españoles como Marina Saura y Simón Andreu. El Verhoeven, cineasta independiente, aún no había dado el salto a Hollywood en donde iniciaría allí una nueva carrera mucho más convencional pero machacadora de taquillas como nadie.

Salvador Sáinz