ZATOICHI MEETS YOJIMBO (1970)


ZATOICHI MEET YOJIMBO. Título original: Zatôichi to Yôjinbô. Año: 1970. País: Japón. Dirección: Kihachi Okamoto. Reparto: Shintarô Katsu (Zatoichi), Toshirô Mifune (Yojimbo), Ayako Wakao (Umeno), samu Takizawa (Yasuke Eboshiya), Shin Kishida (Kuzuryu), Kanjuro Arashi (Hyoroku), Toshiyuki Hosokawa (Sanaemon Goto), Shigeru Kôyama (Jinzaburo Wakiya), Masakane Yonekura (Jefe Masagoro), Hideo Sunazuka, Daigo Kusano, Fujio Tokita, Gen Kimura, Hiroshi Tanaka, Hiroto Kimura, Ryutaro Itsumi, Yuuji Hamada, Kazu Echikawa,Gen Kuroki, Junshiro Araseki, Yoko Netsuda, Minoru Terada. Guión: Kihachi Okamoto, Kan Shimosawa, Tetsuro Yoshida. Música: Akira Ifukube. Fotografía: Kazuo Miyagawa. Producción: Shintarô Katsu, Hiroyoshi Nishioka.Katsu Production Co. Ltd., Toho Company. Duración: 115 minutos. Acción. Drama | Japón feudal. Samuráis. Secuela

Yojimbo (1961) de Akira Kurosawa fue uno de los mayores éxitos del cineasta japonés, tanto que al año siguiente rodó una secuela, Sanjuro (1962). En ambas el protagonista era el gran Toshiro Mifune. Ocho años después los estudios japoneses quisieron resucitar el personaje en dos ocasiones más. Una Machibuse (1970) de  Hiroshi Inagaki y la película que nos ocupa, Zatôichi to Yôjinbô (1970). Un crossover entre la serie de este guardaespadas (Yojimbo es guarpaespaldas en japonés) y el espadachín ciego Ichi, es decir Zatoichi (zato significa ciego).
Para éste es la aparición número veinte en el cine nipón, un personaje emblemático y singular que en aquel tiempo aparecía con el rostro del actor Shintarô Katsu.
El argumento de Yojimbo fue copiado descaradamente por Sergio Leone en Por un puñado de dólares (1964) trasladado al oeste americano, en las zonas fronterizas con México, zona muy querida por los cineastas europeos que rodaron esa clase de westerns. En vez de un samurái aparecía un pistolero sin nombre vestido con un poncho mexicano, papel que convirtió a Clint Eastwood en un actor famosísimo. El éxito de ese filme fue tan grande que se convirtió en moda y se fueron rodando en Almería centenares de títulos odiados en su día pero mitificados en la actualidad.
Leone llegó a copiar la planificación de las películas japonesas y esos ambientes polvorientos y mugrientos en que se desarrolla la acción. Particularmente donde esté Kurosawa ya se pueden quitar todos los demás, al fin y al cabo era un cineasta original y creativo. Pero ya se sabe que en este mundo cada cual tiene sus propios gustos. Las nuevas generaciones de cinéfilos han tenido muchas oportunidades para disfrutar la filmografía de Leone pero pocas las de Kurosawa, la cual recomiendo encarecidamente.
Zatôichi to Yôjinbô (1970) se estrenó seis años después del triunfo arrollador de Leone. En realidad es sólo un refrito de las películas citadas más arriba, pero contienen muchos puntos interesantes.
La acción arranca con una tradicional pelea del espadachín ciego, además masajista, que llega una aldea en la que había estado tres años antes y en ella se encontró en vez de gente amable y cordial unos circunspectos matones del tres al cuarto, clanes rivales enfrentados entre sí y un secreto a dilucidar, dónde se escondió el oro de la aldea. Es decir su riqueza ahorrada para paliar tiempos oscuros de necesidad.
Además los villanos contratan a Yojimbo para darle matarile al espadachín ciego, pero no será tan fácil. La película es pues una sucesión de peleas con un guión enmarañado lejos del maestro Kurosawa pero, eso sí, realizado con total pulcritud.
La escena de la pelea mortal ente clanes en un paisaje arisco en medio de un vendaval  en el que el oro es esparcido por la fuerza eólica es impresionante. No es una cinta redonda, no es una obra maestra, pero sí una película interesante.
Sobretodo porque contrapone a los dos espadachines más famosos del cine japonés frente a frente, aunque acaben amigos. A los amantes de los easterns, ya que en el fondo son westerns orientales, les hará feliz su visión. Es un filme menor, pero entrañable.

Salvador Sáinz