YOU'RE MY EVERYTHING (1949)


YOU’RE MY EVERYTHING. Año 1949. País: Estados Unidos. Director: Walter Lang. Reparto: Dan Dailey, Anne Baxter, Anne Revere, Stanley Ridgers, Shari Robinson, Henry O’Neil, Selena Royle, Alan Mowbray, Buster Keaton, Phyllis Kennedy, Chester Jones, Nyas Berry, Warren Berry, Charles Dane.Guión: Lamar Trotti y Will H. Hays jr. Argumento: George Jessel. Fotografía: Arthur E. Arling (Technicolor). Música: Alfred Newman. Productor: Lamar Trotti. Twentieth Century Fox. Duración: 94 minutos. Comedia musical.

Una de las grandes paradojas de la Historia de Cine es contar la biografía de Buster Keaton, gran estrella del cine mudo y uno de los mejores creadores de todos los tiempos, que por culpa del rencor de un magnate, Louis B Mayer, quedó condenado al ostracismo durante décadas.
La industria le volvió la espalda, lo marginó y su silueta aparecía en breves cameos en varias películas como la que nos ocupa, You’re my Everything, que podría traducirse como “Eres todo para mí”, y en la actualidad se habla de las mismas sólo por la breve aparición del gran cómico y se reponen en alguna televisión o se edita en DVD, Blu-ray o el formato que proceda es por la misma cuestión, mientras que las “estrellas” del momento han caído en el olvido.
Pero yo no voy a ser injusto. Los actores que encabezan el reparto de este título, Dan Dailey, Anne Baxter, la eterna secundaria Anne Revere, no sólo se merecen mis respetos sino mi simpatía. Dailey estaba muy dotado para el musical, cantante y bailarín de primera, buen actor de comedia. En cambio Anne Baxter estaba más dotada para papeles dramáticos, en su escena musical se la ve algo perdida pero en el fondo tiene su gracia. Anne Revere siempre está bien. La niña Shari Robinson (que rodó pocas películas) emula a Shirley Temple con mucha gracia en sus números musicales.
El director Walter Lang (Memphis, Tennessee, 10 de agosto de 1896 – Palm Springs, California, 7 de febrero de 1972) siempre fue un secundón. En su larga filmografía tiene títulos como El marido de la amazona (The Warrior's Husband) (1933); A la Habana me voy (Week-End in Havana) (1941); Niñera moderna (Sitting Pretty) (1948); Trece por docena (Cheaper by the Dozen) (1950); En la costa azul (On the Riviera) (1951); Call Me Madam (1953); Luces de candilejas (There's No Business Like Show Business) (1954); El rey y yo (The King and I) (1956); Can-Can (Can-Can) (1960); Blancanieves y los tres vagabundos (Snow White and the Three Stooges) (1961). No era mal director, supongo que debía ser efectivo y rápido, ahorrando mucho dinero a la productora porque en este oficio no se puede perder el tiempo porque es demasiado costoso para desperdiciarlo.

Centrándonos en la película que nos ocupa he de añadir lo que suelo comentar con la mayoría de los musicales americanos y la mayoría de las zarzuelas españolas y operetas austriacas, Los números musicales son excelentes y el resto de la película es discreto, salvo el genial cameo de Buster Keaton que como siempre brilla a gran altura.
El argumento pretende recordarnos el paso del cine mudo al sonoro, las dificultades de algunos actores para adaptarse al nuevo medio. La irrupción del Technicolor.
Walter Lang había dirigido películas de Shirley Temple y como he apuntado rememora sus números musicales en la que la niña Shari Robinson la emula mientras que Dan Dailey hace lo propio con el gran Bill "Bojangles" Robinson (25 de mayo, 1878 – 25 de noviembre, 1949), aunque se haya tenido que maquillar como un afroamericano.
El repertorio de canciones es notable: el vodevilesco I Want to Be Teacher's Pet, The Varsity Drag, You're My Everything (que da título a la película), I May Be Wrong But I Think You're Wonderful, Chattanooga Choo Choo (famoso tema que popularizó Glen Miller), Would You Like to Take a Walk? (en la secuencia de la película musical que ruedan padre e hija rememorando a la Temple), Lollipop Prelude and Interlude, On the Good Ship Lollipop.
El conjunto no tiene el acabado de la Metro y las producciones de Arthur Freed, pero no importa. El conjunto es muy agradable de ver.
Dan Dailey llena el espectáculo sin despeinarse, fue un buen profesional y un excelente showman de quien recordamos sobretodo su aparición en Siempre hace buen tiempo (It's Always Fair Weather) rodada en 1955 con Gene Kelly, fue su mejor película en toda su carrera.

Salvador Sáinz