EL MISTERIO DE WELLS (2004)

El Misterio de Wells se rodó casi íntegramente en España, concretamente en Almería, en las minas de oro abandonadas de Rodalquilar, donde se recreó un poblado medieval, convirtiéndose en una de las mayores construcciones llevadas a cabo en el cine español, para la que se contó con el inestimable trabajo de los internos de la prisión provincial del Acebuche.
Resulta curioso pero cada vez son más las películas españolas en coproducción con otros países y son títulos de gran calidad. Recordemos el caso de El Perfume, historia de un asesino rodado en tierras catalanas, mientras que nuestros cineastas se van a rodar al Este de Europa como Fernando Colomo y su Banda Picasso.
Lástima de la pésima distribución del cine ajeno a las multinacionales de Hollywood. Hasta que el Imperio no se derrumbe la producción europea lo tendrá crudo.


El misterio de Wells. Director: Paul McGuigan Intérpretes: Paul Bettany, Willem Dafoe, Vincent Cassel, Brian Cox, Ewen Bremner, Jared Harris, Gina McKee, Elvira Mínguez, Stuart Wells, Matthew Macfadyen, Marián Aguilera. Título en VO: The Reckoning País: Gran Bretaña, España Año: 2004. Fecha de estreno: 11-06-2004 Duración: 112 min. Clasificación: Mayores 18 años Género: Drama Color o en B/N: Color Guión: Mark Mills Montaje: Andrew Hulme.. Fotografía: Peter Sova.. Música: Adrian Lee, Mark Mancina

La acción transcurre en Inglaterra, 1380. Un monje tiene relaciones sexuales con una mujer casada, el marido los descubre y en la pelea consiguiente muere. Maldito por su acción el monje deambula por los bosques encontrándose con unos cómicos.
El misterio de Wells puede valorarse de dos formas. Una como thriller, una película de suspenso en la que se trata de descubrir unos crímenes de unos muchachos a la que se acusa a gente inocente.
La segunda forma es la recreación del Medievo.
Si bien la primera forma resulta algo predecible, tal vez porque el sentido común y el olfato cinéfilo nos haga adivinar sus resultados. El haber visto tanto cine provoca que nos hayamos familiarizado con los mecanismos del suspenso por lo que es cada vez más difícil sorprendernos.
En cambio la recreación de la Edad Media inglesa nos parece mucho más plausible. Los cómicos que utilizan su arte para recrear episodios sacros de los Evangelios o para denunciar situaciones injustas. A veces me ha parecido ver reminiscencias de Ingmar Bergman y su Séptimo Sello pero la dirección siendo brillante no es genial. Nos encontramos con una producción atractiva, unos actores eficaces y una película estimable.

Salvador Sáinz