PROPIEDAD CONDENADA (1996)


PROPIEDAD CONDENADA. Título original: This Property is Condemned. Año: 1966. País: Estados Unidos. Director: Sydney Pollack. Reparto: Natalie Wood (Alva Starr), Robert Redford (Owen Legate), Charles Bronson (J.J. Nichols), Kate Reid (Hazel Starr), Mary Badham (Willie Starr), Alan Baxter (Knopke), Robert Blake (Sidney), Dabney Coleman (vendedor), ohn Harding (Johnson), Ray Hemphill (Jim), Brett Pearson (Charlie), Jon Provost (Tom), Robert Random (Tiny), Quintin Sondergaard (Hank), Mike Steen (Max), Bruce Watson (Lin Tate). Guión: Francis Ford Coppola, Edith Sommer, Fred Coe (Obra: Tennessee Williams). Música: Kenyon Hopkins. Fotografía: James Wong Howe. Paramount Pictures. Duración: 109 minutos.Drama. Gran Depresión

El dramaturgo Tennessee Williams ha sido figura recurrente del cine americano de los años sesenta, época de su auge teatral ya que sus obras son adaptaciones de grandes éxitos de la escena y se nota mucho en su salto a la gran pantalla.
En el aspecto positivo de su obra tenemos los aspectos sociales, es decir la preocupación por la América real en contraposición a la idealizada por Hollywood. En la parte negativo tenemos sus tremendismos, su exageración y sus  fáciles efectismos. Nos encontramos ante una resolución forzada del argumento central de la cinta y de una interpretación un tanto teatral del drama ambientado en la época de la Gran Depresión.
Por un lado tenemos a un autor preocupado, sensibilizado por las problemáticas sociales de su país y por otro su fatua preocupación de causar impacto en la audiencia con escenas algo grandilocuentes.
Lo mejor es el reparto, Natalie Wood y Robert Redford bordan sus respectivos personajes, así como Charles Bronson alejado de sus papeles habituales.

A veces uno tiene la sensación de que se ha montado la película para que la actriz principal se luzca con su personaje, una mujer atrevida y sensual en un mundo masculino de ferroviarios carne de paro. Un desarrollo algo atrevido, como la secuencia muy púdica de los ferroviarios bañándose todos desnudos a la luz de la luna. Pero es Natalie quien llena todo el espacio fílmico. Cada mirada, cada sonrisa centra la atención. Entonces estaba en el apogeo de su fama mientras que Robert Redford era una estrella ascendente que tenía todo su potencial por demostrar.
La Wood era la estrella, aunque la película muestra su dramatismo para su propio lucimiento en vez de centrarse en contar la historia sobre la gran depresión que llevó a millones de familias a la miseria más inhumana. El rostro feroz de un capitalismo despiadado y cruel.
Pero lo más importante son los mohines de la actriz que por cierto es una de nuestras preferidas. Sydney Pollack apuntaba maneras de gran director o, mejor dicho, de director poco convencional dentro de la pesada maquinaria hollywoodense.

Salvador Sáinz