GLORIA (1980)


GLORIA. Título original: Gloria. Año: 1980. País: Estados Unidos. Director: John Cassavetes. Reparto: Gena Rowlands (Gloria Swenson), Julie Carmen (Jeri Dawn), Tony Knesich (Gangster 1º), Gregory Cleghorne (Niño en ascensor), Buck Henry (Jack Dawn), John Adames (Phil Dawn), Lupe Garnica (Margarita Vargas), Jessica Castillo (Joan Dawn), Tom Noonan (Gangster 2º), Ronald Maccone (Gangster 3º), George Yudzevich (Heavy Set Man). Guión: John Cassavetes. Música: Bill Conti. Fotografía: Fred Schuler. Columbia Pictures. Duración: 121 minutos. Drama. Thriller | Mafia

Gloria fue una interesante muestra de cine negro realizada por el actor John Cassavetes y protagonizado por su esposa y musa Gena Rowlands  (n. Madison, Wisconsin, Estados Unidos; 19 de junio de 1930). En sus inicios Cassavetes (n. Nueva York; 9 de diciembre de 1929 – f. Los Ángeles; 3 de febrero de 1989) se dio a conocer con su película Shadows (1959), financiada con dinero familiar y que fue rechazada por todas las distribuidoras estadounidenses hasta que en Europa obtuvo mejor suerte al ser premiado en el Festival de Venecia.
Su carrera es breve pero se caracteriza por su fuerte personalidad, por vivir de espaldas a Hollywood, es decir al sistema, y centrarse preferentemente en ambientes neoyorkinos. Es importante señalar la fidelidad a su esposa Gena Rowlands, compartieron cartel en muchos títulos y vida personal.
Uno de sus mayores éxitos es sin duda esta Gloria que tenemos aquí. Una muestra de cine negro ambientada, como no, en la ciudad de los rascacielos en donde una mujer libre e independiente, pero ex novia de un peligroso gánster, se ve forzada por las circunstancias a cuidar de un niño de nueve años cuya familia ha sido masacrada por la mafia.
Gloria se verá forzada a protegerle pistola en mano. Una mujer que siempre rechazó la idea de convertirse en madre no tiene otra opción que asumir este papel defendiendo a uñas y dientes a un chaval grosero y maleducado por el cual acabará por sucumbir a sus instintos maternales.
Una historia lúcida, muy bien tratada por Cassavetes, con su habilidad por el detalle y por mostrarnos el ambiente en que se desarrolla la acción. Ese Nueva York de sus amores pero que adolece de ambientes sórdidos, donde el peligro acecha por doquier.
El tiempo la convirtió en película de culto, pero no en sentido peyorativo, porque este adjetivo se adjudica alegremente a los filmes más lamentables jamás producidos. Gloria es una película lúcida, innovadora y fresca que en la actualidad conserva todos sus valores pese a ser empañada por un innecesario remake rodado en 1999.

Salvador Sáinz

GLORIA (1999)


GLORIA. Título original: Gloria. Año: 1999. País: Estados Unidos. Director: Sidney Lumet. Reparto: Sharon Stone (Gloria), Jean-Luke Figueroa (Nicky), Jeremy Northam (Kevin), Cathy Moriarty (Diane), George C. Scott (Ruby), Mike Starr (Sean), Bonnie Bedelia (Brenda), Barry McEvoy (Terry), Don Billett (Raymond), Jerry Dean (Mickey), Tony DiBenedetto (Zach), Teddy Atlas (Ian), Bobby Cannavale (Jack). Guión: Steven Antin (Basado en un guión de John Cassavetes). Música: Howard Shore. Fotografía: David Watkin. Mandalay Entertainment / TriStar Pictures. Duración: 103 minutos. Drama, remake.

Diecinueve años después del triunfo de John Cassavetes, Gloria conoció un remake dirigido por Sidney Lumet (Filadelfia, 25 de junio de 1924 - Nueva York, 9 de abril de 2011), director procedente de la televisión que en 1957 debutó en la pantalla grande con Doce hombres sin piedad.
Su carrera fue larga, fructífera pero irregular. El remake de Gloria no está entre sus mejores títulos por sus excesivas concesiones a la comercialidad hollywoodense, algo delo que su antecesor Cassavetes huía como de la peste.
Dentro de lo que podríamos denominar cine alimenticio para pasar el rato, nada que ver con el cine personal, esta nueva versión es un título agradable, divertido pero de valores limitados.
La prota es distinta. Sharon Stone, afamada tras Instinto Básico, y que se pasa la película exhibiendo su minifalda.
Sharon no es mala actriz, es más limitada que Rowlands, y su carrera es también irregular. Siempre depende del material que cae entre sus manos, buscando sobretodo hacer buena taquilla y sanear la cuenta corriente. Algo que por cierto me parece estupendamente legítimo.
El principal error de esta versión, así como cualquier remake de una película digamos “clásica” es que inevitablemente sufrirá las odiosas comparaciones. Las dos Glorias son productos de dos épocas distintas. En 1980 causaba asombro que una mujer con arma en ristre fuera capaz de mantener en jaque a la mafia neoyorquina. En 1999, tras el triunfo de Tomb Raider y Lara Croft, la imagen de una mujer enfundando unas pistolas y disparando a diestro y siniestro saturó el mercado audiovisual y ya no producía sorpresa.
Sharon Stone hace lo que puede. Exhibe sus piernas, procura estar bonita en cada plano, y así seducir una vez más a sus fans, pero el producto ha perdido su valor transgresor. Es sólo una película para pasar el rato, medianamente divertida y poco más.

Salvador Sáinz