RECLUTA CON NIÑO (1955)



RECLUTA CON NIÑO. Año 1955. País: España. Director: Pedro Luis Ramírez. Reparto: José Luis Ozores (Miguel Cañete), Miguelito Gil (Pipo), Manolo Morán (sargento Luis Palomares), Encarna Fuentes (Julia), Julia Caba Alba (Rosario, esposa del sargento), María Isbert (Jacinta), Rosario García Ortega (Enriqueta), Joaquín Roa (Crescencio, alcalde de Roncalejo), Mariano Ozores (pregonero de Roncalejo), Carlos Díaz de Mendoza, Angel Alvarez, Ramón Elías, Julio Gorostegui, José Prada, Vicente Baño, Angelines Serena. Guión: Vicente Escrivá & Vicente Coello. Música: Federico Contreras. Fotografía: Manuel Merino. Aspa Producciones Cinematográficas S.A. Duración: 90 minutos. Comedia, ejército.

A pocos actores de todos los tiempos admiro más que al malogrado José Luis Ozores Pujol (Madrid, 18 de junio de 1923 - Madrid, 10 de mayo de 1968), uno de los grandes iconos de la comedia española en los años cincuenta. Una enfermedad, la esclerosis múltiple, le postró en una silla de ruedas y siguió trabajando hasta su final.
Para mí fue el mejor del clan Ozores, lidió con lo que le tocó en suerte, la comedia de paletos que en aquella época estaba de moda.
En el cine español siempre ha sido necesario sacar a un pobre tonto para hacer reír al respetable público. En los primeros años solían sacar baturros o gallegos según se terciara, pero el paleto de pueblo era el personaje más recurrente.
En la transición aparecieron los reprimidos, pobres machitos ávidos de llevarse una buena hembra a la cama, y en las últimas décadas el frikkie.
La gran diferencia entre éstos últimos y los anteriores es que su tontería es voluntaria, tontería basada en el esnobismo, en pretender pasar por moderno.
El reprimido lo era por culpa de una moral impuesta por la religión o mejor dicho por una forma estricta en entender la misma.
El paleto lo era por causa injusta, el clasismo que no dejaba que la gente humilde accediera a la cultura y quedara siempre como un eterno ignorante.

El valor de este Recluta con niño reside en que este paleto quiere dejar de serlo, en cierto modo acaba por tomar conciencia de lo que es y busca superarse a sí mismo hasta convertirse en un ciudadano digamos “normal”. Es decir, una persona que se integra en la sociedad y que alcanza la igualdad con el prójimo que ha tenido mejores oportunidades en la vida.
La trama, actualmente increíble, pero no olvidemos la época en que se rodó, se centra n un pobre paleto huérfano de padre y madre que debe hacerse cargo de un hermano en edad infantil. Al ser llamado a filas, una situación esperpéntica, le debe abandonar en casa de unos familiares muy estirados que desprecian sus orígenes populares.
Esta comedia castrense tiene en la parte negativa la loa al ejército franquista, presentado como una institución que se dedicaba a enderezar a los ignorantes catetos venidos desde los villorrios de la época.
La parte positiva radica en esta lucha por superarse a sí mismo. El detonador es la aparición de la hija del sargento, una muchacha tan hermosa como invidente, de la que el recluta acabará por enamorarse y provocará su reacción positiva. De ser blanco de todas las burlas por su candidez e ignorancia se convertirá en todo un ejemplo a seguir.
Es decir, lo que nos cuenta esta exitosa comedia popular es una revisión del mito del patito feo. Un ser motivo de befa que acabará por convertirse en un cisne del que todos están orgullosos a base de tesón, estudio y trabajo.
José Luis Ozores borda su personaje, así como el cascarrabias pero menos sargento que encarna Manolo Morán, otro actorazo de aquel cine que tuvo la desgracia de haberse rodado en un país abyecto como es el nuestro. Pero ¿es que España no ha dejado de ser un país gobernado por una casta de políticos negados no solo para el gobierno sino para la mera convivencia ciudadana?

Salvador Sáinz