EL ÚLTIMO PECADO DE LA BURGUESÍA (1978)


EL ÚLTIMO PECADO DE LA BURGUESÍA. Año: 1978. País: España. Director: Enrique Guevara. Reparto: Raquel Evans (Esperanza), David Rocha (Pedro), Lynn Endersson (Nieves), Mir Ferry (Violador 1), Nacho Santiagosa (Violador 2), Eva Llorca, José María Santiesteban. Guión: Enrique Guevara y Aitor Jauregui. Productores: Isidoro Llorca, Juan Vivo Margall,Musica: Carlos Laporta. Fotografía: Carles Gusi y Josep Gusi. Catalonia Films. Duración: 90 minutos. Erotismo.

Nos encontramos ante una cinta erótica de los primeros años de democracia o demodesgracia para ser más exactos. Un director chileno afincado en España, Enrique Guevara, que dirige a su hermana Arlene Guevara Gatica (más conocida como Raquel Evans) a la que exhibe desnuda a placer y nos encontramos como galán a nuestro querido amigo David Rocha junto a Lynn Endersson, un rostro habitual en aquellos años antes de que Pilar Miró barriera ese tipo de cine de un solo plumazo.
Habíamos salido de una dictadura y de un país gobernado por una iglesia que se creía en la Edad Media y que imponía un puritanismo exacerbado. El pueblo español en aquella época devoraba ese tipo de películas en salas repletas generalmente de público masculino.
Recuerdo aquellas sesiones matinales en salas de Madrid o Barcelona llenas a rebosar pero sin una sola mujer sentada en el patio de butacas.
El público femenino las rechazaba en bloque así como la crítica que las atacaba con toda clase de exabruptos habidos y por haber.
La película de Guevara tiene un cierto poder transgresor no sólo en la época sino en la actualidad en donde todavía causa asombro un trío como si fuese una forma de relacionarse extravagante y extraña.
Los diálogos son bastante cursis, pero en conjunto la película tiene su gracia. Los tres actores principales nos muestran generosamente sus encantos y procuran darles una cierta gracia al conjunto.
Si en su día fue mal considerada esta película y todas las de su especie, en la actualidad se ve con simpatía y con una cierta gracia. De hecho esas películas carecían de pretensiones, eran lo que eran, una excusa para que los actores se exhibieran sus lindos cuerpos y darnos una alegría visual impresionante.
Raquel Evans fue y es un mito del erotismo pese a que le faltó siempre un buen guión. David Rocha trabajó con Luis Buñuel y entró en la historia con Ese oscuro objeto del deseo.
Visto en la actualidad en la que se ha perdido el carácter transgresor, la película se nos antoja entrañable y simpática. El trío de rostros amigos cumplen con su cometido y la película se puede ver como un pequeño clásico del cine erótico español.

Salvador Sáinz