DANIYA, JARDIN DEL HAREM (1988)


DANIYA, JARDIN DEL HAREM. Título original: Daniya, jardín del harem. Año: 1988. País: España, Francia. Director: Carles Mira. Reparto: Laura del Sol (Laila), Ramon Madaula (Bernat), Marie-Christine Barrault (Almodis de la Marca), Joan Monleón (Abd Al Malik), Fermí Reixach (El capitán), Fernando Bilbao (Ramón Berenguer I), Francisco Casares, Rafael Díaz, Francisco Guijar, Manuel Carlos Lillo, Alfred Lucchetti, Francesca Piñón, Carles Sabater, Montserrat Salvador, Noel J. Samson. Guión: Carles Mira. Música: Enric Murillo. Canción: Daniya, cantada por Maria del Mar Bonet. Fotografía: Tomàs Pladevall. Canal Paradis, TV3 Televisió de Catalunya. Duración: 100 minutos. Drama, Histórico

Almodis de la Marca. Nacida hacia 1020 y fallecida en Barcelona el 1 de noviembre de 1071. Era hija del conde occitano Bernardo I de la Marca (cuyos padres eran descendientes de Carlomagno) y de Amelia de Rasés. Se casó en 1038 con Hugo V de Lusignan, naciendo un hijo. El matrimonio fue anulado por motivos de consanguinidad, y Almodis se vuelve a casar en 1040 con el conde Ponce III de Tolosa, naciendo cuatro hijos.Este matrimonio duró unos diez años, hasta que el conde de Barcelona Ramón Berenguer I la secuestró y se casó con ella en el año 1052, repudiando a su segunda esposa, la condesa Blanca. Ésta apeló al Papa, y consiguió el apoyo de la abuela de Ramón Berenguer, la condesa Ermesenda, obteniéndose de Víctor II la excomunión para ambos, hecho que provocó una guerra que no se resolvió hasta finales de 1057. La pareja tuvo cuatro hijos:

Ramón Berenguer II de Barcelona, llamado "Cabeza de Estopa"
Berenguer Ramón II de Barcelona, hermano gemelo del anterior
Inés de Barcelona, casada con el conde Guigues II de Albon
Sancha de Barcelona, casada con el conde Guillermo Ramón I de Cerdaña.

Esta alianza matrimonial aportaba derechos sobre el Languedoc que reafirmaban las relaciones entre la casa de Barcelona con las tierras más allá de los Pirineos. Almodis, mujer madura, hermosa, y de una notable formación cultural, se asoció al gobierno de su marido y cooperó con él en la compra de los derechos sobre los condados de Carcasona y Rasés. Pero por cuestiones de sucesión se ganó la enemistad de su hijastro Pedro Ramón de Barcelona que la asesinó en el año 1071.


Dicen que los pueblos que olvidan su historia se verán obligados a repetirla. Es cierto pero vivimos tiempos de una profunda crisis económica y además ética y moral. No digamos cultural. No sólo olvidamos nuestra historia sino nuestra cultura. Nuestras películas, nuestros cineastas caen en el olvido de una forma irremediable y se mitifica lo malo, lo mediocre y lo vacuo. Por ejemplo ya nadie sabe quien es el director de la película que nos ocupa. Carles Mira Franco (Valencia, España, 14 de marzo de 1947 - ib. 12 de enero de 1993) era hermano de la actriz y directora teatral Magüi Mira. Estudió Ciencias Políticas en Madrid y se desempeñó como ayudante del director y actor José Luis Gómez. Hizo su debut en cine con el cortometraje Biotopo (1973), al que siguieron otros tres: Un informe para una academia, Michana (1975), y Viure sense viure (1976).
La portentosa vida del pare Vicent (1978) fue su primer largometraje, definido por él mismo como «una denuncia de la manipulación de la historia». Le siguieron la comedia Con el culo al aire (1980), Jalea real y Cuentos para una escapada (1981), de la que Mira dirigió su último episodio: Recuerdos al mar.
En 1983 y durante seis semanas rodó la comedia Que nos quiten lo bailao en la localidad valenciana de Luchente.
El rey del mambo (1989), que escribió junto a Maruja Torres, fue su última película. Cuatro años después, el 12 de enero de 1993, el cineasta falleció debido a una leucemia crónica.

El cine del malogrado Carles Mira si tenía una palabra que lo definiera sería el de fallero, haciendo referencia a las fallas valencianas y su contenido lúdico, ese humor mediterráneo tan directo y contundente.
Daniya, jardín del harén trata sobretodo de un viaje a la actual Denia, entonces una ciudad musulmana (la palabra “mora” es considerada ofensiva aunque no sabemos bien porqué), cuyas costumbres contrastaban con las rigurosas cristianas del condado de Barcelona, entonces un país independiente.
Ideológicamente se le pueden hacer diversos reproches a la película del bienintencionado Mira. El país musulmán nos es mostrado como una panacea, un oasis de libertad en donde el capitán cristiano (Fermí Reixach) puede mandar a paseo su familia y vivir con dos mujeres jovencitas y negras como esclavas complacientes.
Las mujeres que aparecen son en su mayor parte esclavas que son consideradas mercancías valiosas. Mujeres como Laila (Laura del Sol) que tiene numerosas habilidades y está dotada de una gran belleza física y espiritual. Esas mujeres, presentadas como esclavas de lujo, siempre dispuestas a satisfacer a su propietario, el emir de Daniya, no son libres sino propiedades, seres cosificados carentes de derechos. En cierto modo la película hace una apología de la esclavitud al presentar a la Al Andalus de entonces como un vergel, un oasis de libertad, algo que evidentemente no es.
El mundo musulmán de entonces no era el actual, no estaba pervertido por el fanatismo del integrismo, mientras que los países cristianos de aquella época eran fundamentalistas con un poder exagerado de una iglesia hipócrita que predicaba una castidad en la que no creía.
Nos encontramos ante una película que presenta evidentes contradicciones, pero junto a los aspectos negativos ya resaltados están los positivos. Esa ganas de buscar el amor, Bernard se encuentra con la favorita del emir, a la que ama pero que no puede poseer, un amor condenado a la frustración porque Laila carece de libertad pese a ser una mujer de gran valía.
La Barcelona cristiana, con su politiqueo eclesiástico sale mal parada. Es lástima que se rueden pocas películas en las que se desvelen aspectos desconocidos de nuestra historia. Carles Mira tenía muy buen gusto filmando historias, el director de fotografía Tomás Pladevall ofrecía trabajos de gran calidad. En el filme que nos ocupa refleja los contrastes de la oscura Barcelona y el luminoso Al Andalus, una aprte de nuestra historia de la que sólo conocemos estereotipos.
Mención aparte se merecen los actores del reparto como el legendario Joan Moleón, Fermi Reixach, el jovencísimo Ramón Madaula y nuestra adorada musa Laura del Sol.

Salvador Sáinz