EL REY DEL RODEO (1972)

Sam Peckinpah, el cineasta del crepúsculo, sobretodo el crepúsculo del viejo western. Junior Bonner se dedica a los espectáculos de domas de caballos y toros, regresa a su pueblo natal de Arizona para reencontrarse con su madre y su padre que viven separados.
La mirada de Peckinpah está puesta en la nostalgia del pasado que antaño fue glorioso y su presente es una pálida sombra de lo que fue. Es decir una mirada basada en la añoranza, de los valores y tradiciones que se han perdido y son reemplazadas por otra. Tenemos en cierto modo un discurso vicontiniano, como en El gatopardo, pero si en este caso es el declive de una clase en el presente caso lo es de una sociedad y de una forma de vivir al que la historia, la evolución de la humanidad, va dejando atrás.
Peckinpah introduce en la narración algunos aspectos que en su día fueron calificados de modernos, como partir la pantalla o utilizar la cámara en mano según la tradición de la Nouvelle Vague francesa, recuerdos que en la actualidad se ven desfasados.
Junior Bonner ya no es el cowboy que fue años atrás, los años no perdonan y ya va perdiendo facultades. Busca su último triunfo pero no para recuperar la autoestima sino para que su padre pueda iniciar una nueva aventura en tierras extrañas, un reinicio del espíritu de los viejos pioneros que llegaron al Oeste en busca de aventura y de fortuna. Gente que se hizo a sí misma, al que nadie les regaló nada y que llevaron una vida durísima repleta de dificultades.
El viejo oeste se muere una vieja forma de hacer cine, el género languidece. Sergio Leone triunfa en Italia con una visión distinta del antiguo far west, los grandes directores como John Ford y Howard Hawks estaban desapareciendo por razones de edad y los nuevos western carecían de personalidad, se hundían en la mediocridad y la taquilla adversa.
No es uno de los mejores filmes de su autor, estos efectos modernistas que he apuntado sobran, pero a pesar de sus defectos es un filme entrañable y muy grato a la vista. Sabe transmitirse su mensaje de que cualquier tiempo pasado fue mejor, para ellos, los antiguos pioneros y quieren vivieron directamente el western de los grandes pistoleros y las luchas indias. Una época que para muchos estadounidenses fue heroica pero que ha sido cuestionado por su violencia y por haber pisoteado los derechos de otras etnias. Pero eso es ya otra historia

Salvador Sáinz