DIE DREI VON DER TANKSTELLE (1955)

El trío de la bencina (1930) es un famoso musical alemán rodado en la época de la República de Weimar, protagonizado por la estrella de la época Lilian Harvey, quien protagonizó también una versión en lengua francesa. En aquel tiempo, antes de que se inventara el doblaje, se rodaban réplicas en otros idiomas de las películas del momento, tanto las hollywoodenses como las europeas.
Le chemin du Paradis, título de la versión gala, fue asimismo un éxito aunque posteriormente la llegada al poder del partido nazi puso en peligro la existencia de la versión alemana, prohibida por el régimen, porque no les gustaba la imagen que se daba de la Alemania de la época.  Resulta curioso que veinticinco años después se rueden dos remakes en color, uno en lengua francesa y otra en alemán. La francesa se estrenó en España con el título El trío de la bencina, al igual que la alemana de 1930, mientras que la presente quedó inédita.
En color la trama gana mucho, pero carece de la gracia del original y se nota la ausencia de la estrella Lilian Harvey de gran calidad artística.

Eso sí, la película es muy agradable de ver, tiene su gracia que no es poca. Pero le falta el carisma de la original. El trío de la bencina irritó al incipiente nazismo porque daba una imagen desenfada de este país, pero por desgracia años después es recuperada en DVD como cine “del Tecer Reich” lo cual es insólito.Evidentemente no tienen nada que ver. No existe una premonición de lo que va a pasar a partir de entonces.
Nos encontramos ante una comedia muy desenfadada. Tres jóvenes sólo piensan en divertirse con el dinero del papá de uno de ellos hasta que éste le corta los suministros.
A partir de aquí para ganarse la vida deben trabajar. La película de 1930 fue todo un bombazo, desde entonces se usa el término de trío de la bencina cuando nos encontramos a hombres que van de tres en tres a todos los lugares.
La película en color, evidentemente es subsidiaria de la anterior. Tiene menos personalidad, pero es correcta en su factura. En aquella época era habitual ver películas alemanas en las carteleras españolas y en las proyecciones de ciudades tanto pequeñas como grandes. Era un cine tal vez algo frío, el humor germánico nunca fue muy popular en los países mediterráneos, demasiado cerebral y sus gracias tienen poco salero. No obstante este título nos resulta simpático de ver.   Tiene su trama pícara, la chica se enamora de ls tres golfillos a la vez provocando una fuerte rivalidad. Los números tienen su gracia, no son espectaculares pero si son muy entrañables.

Salvador Sáinz