LA MARCHA NUPCIAL (1928)


LA MARCHA NUPCIAL. Título original: The Wedding March. Año: 1928. País: Estados Unidos. Director: Erich von Stroheim.Reparto: Erich von Stroheim (Nicki / Príncipe Nickolas von Wildeliebe-Rauffenburg), Fay Wray (Mitzi / Mitzerl Schrammell), Matthew Betz (Schani Eberle - el Carnicero), Zasu Pitts (Cecelia Schweisser), George Fawcett (Principe Ottokar von Wildeliebe Rauffenburg), Maude George (Princesa Maria - la madre de Nicki), George Nichols (Fortunat Schweisser - el industrial), Dale Fuller (Katerina Schrammel - la madre de Mitzi), Hughie Mack (Eberle - el viticultor), Cesare Gravina (Martin Schrammell - el padre de Mitzi), Sidney Bracey (Navratil), Anton Vaverka (Emperador Franz-Josef). Guión: Erich von Stroheim, Harry Carr. Fotografía: Hal Mohr, Ben F. Reynolds, Buster Sorenson, Ray Rennahan. Paramount Famous Lasky Corporation. Duración: 113 minutos. Drama. Cine mudo

El mundo corrosivo de Erich von Stroheim lanza de nuevo sus dardos contra la nobleza y en concreto contra la monarquía, una institución elitista y exclusiva compuesta por un conjunto de intereses mezquinos.
El amor a la patria, el deber, son meras máscaras que sólo esconden codicia. El personaje central es un noble, un príncipe a la sombra de un primo suyo heredero de la corona que nos es presentado como un individuo ruin y odioso.
El príncipe se encuentra a una bella joven (Fay Wray antes de teñirse el pelo de rubio para encandilar a King Kong, por cierto de morena era mucho más atractiva) de la que se enamora y vive un romance propio de novela rosa pero la realidad es dura, es tozuda. La llamada razón de estado se interpone.
Aparecen nuevos personajes, una heredera plebeya de una inmensa fortuna (Zasu Pitts, posteriormente especializada en papeles cómicos) cuyo padre la desea emparentar con la nobleza mediante un matrimonio de conveniencia en donde los sentimientos no tienen cabida. Sólo la codicia, el interés económico, tiene lugar en este mundillo de seres arrogantes, pretenciosos que tratan con desprecio a sus semejantes.  
El mundo de la nobleza es el imperio de la arrogancia, de la soberbia y la deshumanización. Erich von Stroheim aquí hace triplete (actor protagonista, guionista y director) y nos compone un personaje romántico, algo muy extraño en toda su filmografía en donde sobresalían los villanos más depravados. En su época fue “el hombre a quien usted quería odiar”, el actor que se especializó en los seres más depravados. Fay Wray como siempre es todo dulzura, al igual que la Zasu Pitts muda que cambió de registro en el sonoro.
Es curioso, pero ningún de los tres actores principales componen los personajes habituales por lo que son conocidos en la historia del cine.
Algunas novedades técnicas, una secuencia a color bicromo que es completamente magistral. Erich von Stroheim malcrió a los cinéfilos con un cine de gran altura artística, sus narraciones son ácidas, incisivas y a veces crueles. Un cineasta que se merece mayor reconocimiento del que disfruta en la actualidad.

Salvador Sáinz