BELLEZA ROBADA (1996)

Belleza robada es una película que describe el despertar sexual de una joven (Liv Tyler, actriz de mirada fascinante), en medio de un paraje bucólico como es la Toscana italiana. Nos encontramos con una joven americana que va a pasar una temporada en casa de unos amigos estrafalarios, de diferentes países, entre los que nos encontramos al envejecido Jean Marais, antiguo galán del cine francés, la sensual italiana Stefania Sandrelli, el eficiente Jeremy Irons y Rachel Weisz.
Bernardo Bertolucci es un cineasta irregular, capaz de lo mejor como de lo peor. No es tan sólido como un Luchino Visconti ni tan imaginativo como Federico Fellini, las grandes maestros del cine italiano.
Pero es un cineasta que tiene su poesía, su encanto.
Así nos encontramos con unos personajes que viven ociosos en una casa de campo. Un escritor, un escultor. Apenas sabemos de ellos, son personajes muy de película sofisticada.
Jeremy Irons da el toque del personaje en decadencia, al igual que el de Jean Marais, al que le vemos chochear. Personajes que viven sus últimos días en un paraje idealizado, como se suele mostrar la vida campestre en el cine en el que todo el mundo es amable y sonriente.
La vida del campo no es tan tranquila como se pretende, es dura a veces.
Los personajes son de ideas avanzadas, naturistas, se bañan desnudos en una balsa. La película es bastante snob, alejado de un Bertolucci más comprometido de otros tiempos.
Destaca la fascinación que desprende Liv Tyler y Rachel Weisz, ésta en un tono más cálido. No es el mejor Bertolucci ni de lejos, pero ambas actrices saben seducirnos con su presencia.

Salvador Sáinz