BELLEZA PROHIBIDA (2004)


BELLEZA PROHIBIDA. Título original: Stage beauty. Año: 2004. Países: Reino Unido, Alemania y USA. Dirección: Richard Eyre. Reparto: Billy Crudup (Ned Kynaston), Claire Danes (María), Rupert Everett (Rey Carlos II), Tom Wilkinson (Thomas Betterton), Ben Chaplin (George Villiars), Hugh Bonneville (Samuel Pepys), Richard Griffiths (Sir Charles Sedley), Edward Fox (Sir Edward Hyde), Zoë Tapper (Nell Gwynn), Fenella Woolgar (Lady Meresvale). Guión: Jeffrey Hatcher; basado en su obra teatral "Compleat female stage beauty". Producción: Robert De Niro, Jane Rosenthal y Hardy Justice. Música: George Fenton. Fotografía: Andrew Dunn. Montaje: Tariq Anwar. Diseño de producción: Jim Clay. Dirección artística: Jan Spoczynski. Vestuario: Tim Hatley. Estreno en Reino Unido: 3 Sept. 2004. Estreno en España: 8 Abril 2005. Duración: 112 minutos. Género: Drama.

Siglo XVII. En los prestigiosos escenarios londinenses impera una ley que prohíbe a las mujeres subirse a los escenarios. Por ese motivo los personajes femeninos son interpretados por actores, es decir hombres. Hombres que en cierto modo deben de vivir como si fueran mujeres, aunque no sean estrictamente homosexuales o bisexuales.
No es extraña la situación. El Kathakali hindú por ejemplo, los personajes femeninos son encarnados por hombres que viven su vida cotidiana como si fuesen hembras de nuestra especie.
Belleza prohibida es un ejemplo de cine británico sobrio y al mismo tiempo riguroso. Tal vez le falta contundencia, empatía en su desarrollo pero el tema es tratado con seriedad por un director, Sir Richard Charles Hastings Eyre CBE (nacido en Barnstaple, Devon el 28 de marzo de 1943), que ha compaginado la escena con los platós. Director de teatro, de ópera y de películas.
Es por ese motivo que el origen teatral del texto en cierto modo lo lastra porque su forma de expresión original no es cinematográfico y resulta demasiado evidente que la obra está pensada para otro medio.
Por el contrario tiene personajes muy bien trazados. Se denota la influencia de películas anteriores como Shakespeare enamorado, aunque por supuesto se trata de un filme menor, menos exitoso.
La corrección británica se impone por encima de todo y el conjunto queda como un producto artesanal honesto que se deja ver sin enojo.

Salvador Sáinz