CARA A CARA (1997)

Rebuscado pero original argumento el de esta película de acción digamos trepidante. Trepidante por excesiva naturalmente pero ya se sabe que el cine es un negocio que vive de la taquilla y de la venta de DVDs y Blurays, así como de otros conceptos que no voy a enumerar.
Decía que es rebuscado porque el eje central es una operación de cirugía estética en la que un jefe del FBI y un delincuente intercambian sus rostros lo que permite a los protagonistas de este asunto en cambiar de registro y lucir sus habilidades histriónicas.
La película en sí se ha convertido en un clásico del cine de acción, a veces ésta se come el argumento y pasa a primer plano. Tal vez me gusten más otros filmes de John Woo como Acantilado rojo, sus películas chinas que esta norteamericana porque el concepto que tiene el cine de Hollywood es demasiado mercantil.
Cuando la Ciudad de los Sueños llamó a su puerta rechazó el guión que se le ofreció y lo hizo reescribir varias veces hasta que estuviera a su gusto.  
No era habitual que Hollywood llamara a un director asiático para una producción con estrellas como cabeza de cartel, pero el éxito de la empresa facilitó el desembarco de realizadores chinos en las producciones de las multinacionales con la consabida  difusión que conlleva.
Cara  a cara es un producto comercial bien conseguido, funcionó bien en taquilla y gustó a los críticos de la época. El cambio de caras permite a los actores cambiar su registro a mitad del metraje pasando  de villano a héroe o de héroe a villano.
John Travolta y Nicolas Cage se debieron divertir de lo lindo en su rodaje, pero la parte final es toda una traca rodada por saltimbanquis y especialistas en donde la parte emocional queda relegada a un segundo lugar.
Si no se es exigente lo pasas bien y eso es todo, amigos.

Salvador Sáinz