HOLLYWOOD CAVALCADE (1939)

El slapstrick, el cine cómico mudoes actualmente considerado polémico y a pesar de los años transcurridos tiene muchos aficionados a coleccionarlas. En Hollywood Cavalcade conocemos cómo se rodaban dichas cintas, con el aliciente de reencontrarnos a todo color a sus grandes protagonistas que en el 1939 pasaban muy malos momentos. Muchos habían caído ya en el olvido y malvivían como podían.
Por eso es importante este documento de un valor incalculable. Por fin vemos a Mack Sennett a todo color pronunciando un discurso. Y sobretodo al gran Buster Keaton haciendo de sí mismo.


HOLLYWOOD CAVALCADE. P.: Twentieth Century-Fox.- Pr.: Darryl F. Zanuck y Harry Joe Brown.- A.: Hilary Lynn y Brown Holmes.- Ermest Pascal.- D.: Irving Cummings y Malcolm St. Clair.- F.: Allen M. Davey y Ernest Palmes.- Dec.: Richard Day y Wiard B. Ihnen.- M.: Louis Silvers.- Mon.: Walter Thompson.- Int.: Alice Faye, Don Ameche, J. Edward Bromberg, Alan Curtis, Stuart Erwin, Jed Prounty, Buster Keaton, Donald Meek, Georges Givot, Eddie Collins, Hank Mann, Heinie Conklyn, James Finlayson, Chick Chandlen, Robert Lowery, Russell Hicks, Ben Welden, Willie Fung, Paul Stanton, Mary Forbes, Joseph Crehan, Irving Bacon, Ben Turpin, Chester Conklyn, Marjorie Beebe, Lee Duncan, Rin-Tin-Tin jr., Al Jolson, Mack Sennett.
Color de luxe.
96 minutos.

Estamos ante un film entrañable, muy entrañable. Una mirada retrospectiva al cine mudo que finaliza con la llegada del sonoro, la transición a una nueva forma de entender el arte. Su defecto quizá es que se mira demasiado a sí mismo, como si el único cine que se rodara en el mundo es el de Hollywood y el demás no existiera. “Aquí construimos los sueños de todo el mundo” dice el protagonista en una ocasión.
En la parte negativa tenemos también la imagen empobrecida que se da de Buster Keaton al que se presenta como un lanzador de tartas y ni siquiera se le da una línea de diálogo, aunque eso sí su participación es muy afortunada y prácticamente lo mejor de la película con esos fragmentos dirigidos por Malcolm St. Clair y el propio Keaton sin acreditar.
Vemos una secuencia impagable de Keaton con los Keystone Cops, la única vez que han trabajado juntos, ya que el gran Cara de Palo nunca trabajó para Mack Sennett salvo un cortometraje en la época sonora en la que ambos estaban en declive: The Timid Young Man (1935).
Vemos algunos de los Keystone Cops, entonces apartados de las pantallas o reducidos a papeles de comparsa indignos de su valía. En Abbott y Costello contra la poli (1955)realizaron una postrera aparición aún más nostálgica.
Conocemos al hijo de Rin-Tin-Tin una estrella canina del mudo que en los cincuenta reapareció en la televisión para convertirse en héroe de una nueva generación infantil. Unos pastores alemanes que un soldado encontró en Francia durante la primera guerra mundial y que al ser repatriado se llevó a su país, los Estados Unidos, convirtiéndolos en estrellas de cine porque eran capaces de realizar una serie de proezas que sorprendieron a las plateas de todo el mundo.
Aparte de esto, vemos cómo se rodaban aquellos slapstick, con público incluido en el plató,  improvisándose argumentos incluyendo esa hilarante secuencia en la que el atrecista entra en una pastelería para encargar quinientos pasteles para arrojar a la cara de los actores.
Julia Faye era una sex symbol de la época, su fama fue efímera, el magnate Darryl F. Zanuck  la encumbró primero y la hundió después para lanzar a otras anecdóticas estrellas convertidas en obsoletas mercancías de usar y tirar.
Don Ameche tuvo una trayectoria más importante, reapareciendo en diversos títulos como Cocoon (1985) en sus últimos años ya en edad avanzada obteniendo un gran éxito y un oscar por mejor papel de reparto.
En fin Hollywood Cavalcade es un film entrañable, agradecido, realizado con brillantez y con numerosos momentos agradables que conviene revisar y disfrutar. .  

Salvador Sáinz