HOMBRE DE DOS MUNDOS (1951)

Roy Ward Baker


Hombre de dos mundos. Título original: The House in the Square (I'll Never Forget You). Año: 1951 Duración: 90 min. País: Reino Unido. Director: Roy Ward Baker. Reparto: Tyrone Power, Ann Blyth, Michael Rennie, Dennis Price, Beatrice Campbell, Kathleen Byron, Raymond Huntley, Irene Browne. Guión: Ranald MacDougall (Obra: John L. Balderston). Música: William Alwyn. Fotografía: Georges Périnal. Productora: Twentieth Century Fox Film Corporation. Género: Drama. Romance. Fantástico | Siglo XVIII. Viajes en el tiempo

Hombre de dos mundos es una película muy poco conocida del talentoso realizador británico Roy Ward Baker, basado en una obra teatral de John L. Balderston a quién recordamos por adaptar Drácula a la escena con Bela Lugosi como mítico intérprete. Obra que después Browning convirtió en película ya de sobras popular.
Esta feliz adaptación de I'll Never Forget You, Nunca te olvidaré, presenta la posibilidad del viaje a través del tiempo no como en H. G. Wells donde nos presentan un mundo tremebundo, sino para contarnos una historia romántica, una historia de amores contrariados. A causa de un accidente provocado por una tormenta y un rayo, un rayo mucho más afortunado que el que partió al vampiro en Las cicatrices de Drácula, un científico nortemaricano viaja hacia el pasado intercambiando su personalidad con un antepasado que por mala fortuna viaja al presente. La obra no nos cuenta lo que le pasa a este personaje, lo que podría dar pie a otra película, al que todos toman por loco, sino al que viaja al pasado.
Así nos encontramos con un personaje que está adelantado a su tiempo, que cuenta las maravillas del presente a sus familiares y la sociedad londinense de la época, mediados del siglo XVIII, quienes no le darán crédito y tratarán de encerrarle en un manicomio por creerle un brujo endemoniado.
En lo que más acierta Roy Ward Baker es la de mostrar el estupor de la sociedad londinense de la época, retratada en obras de Charles Dickens, una sociedad clasista, inhumana, sucia, donde se explotan a los niños cruelmente y que vive encerrada en su ignorancia. Una sociedad capaz de perseguir todo aquello que no comprende. Que se escandaliza ante un experimento para inventar la bombilla eléctrica, algo tan habitual en nuestro presente, y que persigue con ensañamiento  cualquier avance técnico o social.
Pero la historia no acaba así, Roy Ward Baker con su realización depurada, elegante y sensible nos cuenta una bella historia de amor entre los personajes de Tyrone Power y Ann Blyth, un amor que no tiene futuro pero que sobrevive más allá de la muerte.
Las dos épocas están contadas de forma diferenciada. El presente en blanco y negro, el pasado en un color brillante. La ambientación del siglo XVIII es perfecta, el estilismo británico, su pundonor, su sentido del detalle siempre está presente. Tyrone Power ofrece un excelente trabajo en su única excursión en el mundo de la ciencia ficción.

Salvador Sáinz


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