AGÁRRAME ESE VAMPIRO (1959)

Stefano Vanzina (Steno)


AGARRAME ESE VAMPIRO (TEMPI DURI PER I VAMPIRI). Año: 1959. ”Maxima Film/Cei Incom/Mountlour Films” (Italia), Director: Stefano Vanzina (Steno), Guión: Alessandro Continenza, Dino Verde, Eduardo Anton, Fotografía: Marco Scarpelli (Technicolor y Ultra-Scope). Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Rodrigo), Renato Rascel (conde Oswaldo Lambertenghi), Sylva Koscina, Suzanne Loret, Lia Zoppelli, Kay Fisher, Antie Geerk, Lia Zoppelli, Franco Scandurra.

En octubre de 1986 cuando le pregunté a Christopher Lee porqué había rodado Agárrame ese vampiro me respondió que él nunca ha parodiado su personaje. Y tenía razón. El año anterior había protagonizado Drácula (1968) de Terence Fisher, una de las mejores películas del género fantástico de todos los tiempos,  que le había convertido en un acto muy popular aunque años después la fama y el encasillamiento le pesaban como una losa.
En el mundo del cine, cuando un actor, actriz o director rueda una película del género fantástico, parte del público o la propia industria se creen que se deben pasar toda la vida rodando remakes y continuaciones, cada vez más insípidas, sin ningún remedio llegando a negarles el derecho de enmendar sus carreras.
Es cierto que Lee triunfó con el film de Fisher que tuvo una excelente continuación con Drácula príncipe de las tinieblas (1965), pero a partir del tercer título la serie se hundió con productos cada vez peores llegándose a convertirse en una caricatura de lo que fueron. Por eso Lee, sabiamente, cortó y se negó a continuar enfundándose la capa y los colmillos.
Lo más curioso es la presente parodia, rodada un año después de su gran éxito, aunque por razones de copyright al vampiro se le cambió el nombre pero, eso sí, apareció con la misma caracterización del film de Fisher.
Lo curioso de la película es que da la impresión de que son dos en una. Una de género fantástico realizada con total seriedad y otra bufonesca, más o menos graciosa, pero de un humor contenido. Renato Rascel no se convirtió en un cómico famoso en el resto del mundo, recuerdo su Yo soy la Pimpinela Rosa en la que se parodió la Pimpinela Escarlata con Leslie Howard.
Como parodia no resulta de ningún modo desagradable, encima con el aliciente de Sylva Koscina, se ve con simpatía y relajo. Christopher Lee es quien está mejor, junto a la hermosa Koscina, y gracias a ellos dos la película en la actualidad conserva un cierto interés. Un film menor más que simpático al que le falta una buena copia restaurada.

Salvador Sáinz


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