GANGSTER SQUAD (BRIGADAS DE ÉLITE) (2013)


GANGSTER SQUAD (BRIGADAS DE ÉLITE). Título original: Gangster squad. Año: 2013. País: USA. Dirección: Ruben Fleischer. Interpretación: Josh Brolin (sargento John O’Mara), Ryan Gosling (sargento Jerry Wooters), Sean Penn (Mickey Cohen), Nick Nolte (jefe Parker), Emma Stone (Grace Faraday), Anthony Mackie (agente Coleman Harris), Giovanni Ribisi (agente Conwell Keeler), Michael Peña (agente Navidad Ramirez), Robert Patrick (agente Max), Mireille Enos (Connie O’Mara). Guion: Will Beall, basado en el libro “Gangster squad”, de Paul Lieberman. Producción: Dan Lin, Kevin McCormick y Michael Tadross. Música: Steve Jablonsky. Fotografía: Dion Beebe. Montaje: Alan Baumgarten y James Herbert. Diseño de producción: Maher Ahmad. Vestuario: Mary Zophres. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en USA: 11 Enero 2013. Estreno en España: 8 Febrero 2013. Duración: 113 min. Género: Thriller.

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En los estudios de Hollywood y acólitos (por ejemplo cierto cine español) debe de prevalecer la máxima de obtener beneficios sin el mínimo esfuerzo intelectual porque el 90% de sus películas dan la impresión de que son clónicas, o peor aún de que siempre nos proyectan la misma cinta con leves modificaciones.
Los grandes creadores o los eficientes narradores son los menos. Sus productos son muy profesionales, están realizados con corrección y el equipo que interviene se ha ganado el pan honradamente con el sudor de su frente, me refiero al equipo técnico y artístico, es decir los currantes, porque los cerebros suelen brillar por su ausencia.
Gangster Squad, el título que nos ocupa, está realizado con pulcritud y escasos fallos. No te aburre ni un segundo, pero te da la sensación de que ya las visto anteriormente pese a ser un riguroso estreno. Parece un remake de Los intocables de Eliot Ness y de películas similares. Porque siempre aparecen las mismas sensaciones, las mismas incidencias. Es decir la rutina creadora.
Puede que el espectador dominguero o esporádico que no le busque tres pies al gato o como diría Don Quijote de la Mancha a los guardas de los galeotes mientras arremetía con su lanza “Vos sois el gato y el rato y el bellaco”. Pero para un cinéfilo empedernido resulta frustrante ver siempre lo mismo una y otra vez.
La película de Ruben Fleischer, lo reconocemos, sí está bien hecha, muy correcta a todos los niveles. Ningún actor falla, los ambientes están muy conseguidos. Tal vez sólo pretenden eso, contar la historia de siempre para ganar dinero en taquilla, hacer caja y llenar de ceros la cuenta bancaria. En el fondo el cine, o cierta clase de cine, es un negocio. El arte es sólo para los grandes creadores, los más personales y los más rebeldes. Éste es el cine que a mí me gusta, el que me atrae y justifica mi cinefilia. No lo es las películas rutinarias o alimenticias.
No les voy a negar méritos, aunque su discurso –si es que son conscientes de ello- es muy peligroso porque se justifica actuar fuera de los cauces legales para combatir una banda criminal. Como no hay forma de meterles entre rejas porque no tienen pruebas se viola la ley. En otros tiempos la película hubiera sido calificada de fascista y hubiera recibido jarabe de palo a mansalva, pero en tiempos actuales a nadie le parece importar ese discurso porque se ha perdido la consciencia y así nos va.
Las variaciones son epidémicas, en vez de Chicago años veinte se sitúa la acción en Los Angeles año 1949, pero el resultado es el mismo. Esos gánsteres todopoderosos que tienen en nómina policías, banqueros, abogados, jueces, políticos, periodistas  para que miren hacia otro lado y no entorpezcan sus fechorías no pertenecen a una época determinada porque son eternos. En el mundo actual y no sólo en los Estados Unidos florecen como hongos, basta con leer la prensa diaria para darnos cuenta de ello. Pero como nadie es capaz de denunciar a los delincuentes del hoy se cargan contra los del ayer. Eso sí, levemente. Nadie se sentirá ofendido por ello y el equipo creativo no tendrá problemas porque nadie se dará por aludido.
La película es muy correcta pero echo a faltar la atmósfera que en su día le dieron Josef von Sternberg en La ley del hampa (1927) y Howard Hawks en  Scarface, el terror del Hampa (1932). Claro está que estos dos ejemplos fueron cine con mayúsculas y Gangster Squad lo es con minúsculas.

Salvador Sáinz