DIETA MEDITERRÁNEA (2009)

En Cabaret Joel Grey cantaba una canción titulada Two Ladies en la que se planteaba la posibilidad de una pareja de tres.
En los últimos años mucha gente se plantea esta forma de relación cuyo origen se remonta al principio de los siglos. Tres personas en una misma cama, tres sueldos en casa en vez de dos, y en el acto sexual probabilidades atractivas.
Pero si es difícil encontrar dos personas que encajen para formar una pareja estable no digamos si se pretende crear un trío cuyas dificultades para encontrar tres personas adecuadas es ya complicadísimo.
Pero al mundo del cine le gusta barajar esta posibilidad, a mucha gente le divierte y también le atrae aunque "oficialmente" no se hable del tema.
¿Parejas de tres? Menudo lío.
Pero el cine es espectáculo que se rige por otras reglas, al fin y al cabo es una fábrica de sueños y los sueños son gratis.
Así que a divertirse tocan.


Dieta mediterránea (Mediterranean food). Comedia. España. 90 minutos. Año: 2009. Ficha técnica: Director: Joaquín Oristrell. Guionista: Joaquín Oristrell y Yolanda García Serrano. Fotografía: Albert Pascual. Montaje: Aixalà y Domi Parra. Reparto: Olivia Molina-Sofía (la cocinera), Paco León-Toni (el marido), Alfonso Bassave-Frank (el amante), Carmen Balagué- Loren (madre de Sofía), Roberto Álvarez-Ramón (padre de Sofía), Jesús Castejón-Pepe Ripoll (padre de Toni)

Joaquín Oristell es de los profesionales privilegiados que tienen continuidad en esta industria a pesar de que sus títulos jamás machacan la taquilla ni mucho menos. No es ningún genio de la comedia, pero sí un técnico eficaz que le da a la narración soltura, desparpajo y solvencia.
Dieta mediterránea toca dos temas. Uno la cocina. Las aventuras y desventuras de una privilegiada, de una mujer que goza de un inusual talento entre fogones y restaurantes. Es la parte de la narración que está mejor desarrollado. Oristell sabe manejar la elipsis para que la acción no decaiga en ningún momento.
El segundo tema es más superficial. Está tratado con simpatía pero le falta más valentía al abordarlo. Me refiero al tema de las relaciones personales que en este caso son un trío bisexual. Sofía tiene un marido y un amante, se acuestan los tres y son felices. Pero el director vacila, le cuesta profundizar en el tema.
Se trata de una relación sentimental alternativa que, según parece al leer anuncios en webs especializadas, hay bastante demanda. Si hasta ahora ha habido una gran lucha para normalizar la relación entre personas del mismo sexo, ahora la nueva frontera radica en elegir el número de personas que componen la pareja.
El trío en cierto modo es un reclamo publicitario, una relación que puede considerarse morbosa y por ende comercial ya que al parecer, la industria se cree que el público acude como moscas si se les presenta situaciones "escabrosas" porque según mentes bien pensantes un trío es eso, una relación escabrosa, y no se plantea que en realidad es un derecho a vivir de otra forma diferente a la establecida.
Si los actores son discretos, al menos en esta película, no ayuda a que sintamos simpatías por ellos ni a reivindicar su forma de vivir que es tan válida como cualquier otra. Son triunfadores, ganan mucho dinero y se compran un restaurante, una buena casa y hasta un hotel en un país en que miles de familias son desahuciadas porque el banco les embarga el piso.
El discurso es superficial y en cierto modo falso. Por otra parte siendo una comedia le falta gracia y salero. En otras palabras sentido del humor o mayor compromiso con el espectador. La película no aburre por la corrección estilística del director, pero no es contundente al presentar situaciones divertidas.
No es mala película, al contrario. Pero podría ser mucho mejor si se hubiera profundizado más en las situaciones expuestas.

Salvador Sáinz