EL ANGEL DE BUDAPEST (2011)

Budapest, 1944, un año antes del final de la Segunda Guerra Mundial. En el mes de abril, Adolf Eichman se instala en la ciudad y comienza la deportación de judíos húngaros a Auschwitz. En solo 56 días, 437.000 judíos son enviados a los campos de exterminio. Ángel Sanz-Briz (Zaragoza 1910-Roma 1980) ejercía entonces como encargado de negocios de la legación española en Budapest. Ante la persecución contra los judíos húngaros, Sanz Briz utilizó todos los recursos que tuvo a su alcance en calidad de representante del Estado español para salvar cuántas vidas le fuera posible. Para ello, el diplomático aragonés emitió miles de cartas de protección que garantizaban inmunidad a sus portadores, burlando en muchos casos a las autoridades alemanas y a sus colaboradores húngaros. Hasta diciembre de 1944, cuando su país le ordenó abandonar Budapest, Ángel Sanz-Briz logró proteger a cerca de 5.000 judíos. Desde entonces, se le conoce como 'El Ángel de Budapest'. En 1966, Ángel Sanz-Briz fue reconocido por el Museo del Holocausto Yad Vashem de Israel como Justo entre las Naciones.


El Ángel de Budapest (2011). Director: Luis Oliveros. Guión: Ángel Aranda Lamas, basada en el libro de Diego Carcedo Un español frente al Holocausto. Productores: José Manuel Lorenzo y Eduardo Campoy. Producción Hungría: István Major. Producción asociada: Adriana Velasco y Hanga Kurucz. Producción ejecutiva TVE: Maite Pisonero. Director de producción: Mario Pedraza y Andrea Kozma. Director de fotografía: Nyika Jancso. Director artístico: Monika Esztán. Montaje: Luisma del Valle. Música: Mario de Benito. Sonido: José Manuel Morell. Vestuario: Éva Vass. Maquillaje: Ancsa Kriskó. Peluquería: Gabriella Vincze
Equipo artístico: Francis Lorenzo (Ángel Sanz Briz), Gáspar Kata (Sophie), Szabó Kimmel Tamás (Antal), Anna Allen (Adela), Ana Fernández (Sra. Tourné), Lengyel Tamás (Lajos), Bán Jáno (Farka), Aldo Sebastianelli (Giorgio Perlasca), Manuel de Blas (Muguiro), Asier Etxeandia (Barrueta), Öze Áron (Eichmann), Víctor Valverde (Lequerica), Sára Herrer (Eva Lang),

Es muy curioso, pero el poco buen cine español que se rueda en los últimos años, salvo excepciones, se rueda para televisión, único lugar donde se nos cuentan historias interesantes y no bodrios fantaterroríficos o majaderías con frikkies idiotas. La historia de Ángel Sanz Briz merecía ser contada, con medios adecuados, y rigor histórico.
Francis Lorenzo borda su papel, un actor todoterreno que demuestra una vez más su versatilidad. El tema del Holocausto es muy manido en los últimos años y no es de extrañar su proliferación ya que la cúpula de la industria de Hollywood pertenece a esa religión maldita. Me pregunto qué pasará cuando los magnates del cine pertenezcan a otra etnia o creencias religiosas. Lo que sí es inédito es que aparezca la postura española respecto al tema. Ángel Sanz-Briz, diplomático de carrera y por consiguiente ajeno a la ideología oficial del régimen español, supo demostrar su valía con coraje e inteligencia.
Según una ley de 1924, dictada por Miguel Primo de Rivera, los sefardies (judíos de habla castellana, aunque sea una variación propia del idioma) pueden considerase ciudadanos españoles y basándose en la misma, el diplomático reclamó a miles de judíos en peligro de ser gaseados por la mayor abominación histórica.
La narración es impecable y en ningún momento pierde su interés. La factura de la película está a nivel internacional, estamos lejos de la caspa hispana a los que nos han acostumbrado nuestros cineastas, por lo que nos congratulamos por los resultados obtenidos.

Salvador Sáinz