OZ, UN MUNDO DE FANTASIA (2013)


OZ, UN MUNDO DE FANTASIA. Título original: Oz: The great and powerful. Año: 2013. País: USA. Dirección: Sam Raimi. Interpretación: James Franco (Oz), Mila Kunis (Theodora), Michelle Williams (Glinda), Rachel Weisz (Evanora), Zach Braff (Frank), Abigail Spencer. Guion: Mitchell Kapner y David Lindsay-Abaire; basado en la novela de L. Frank Baum. Producción: K.C. Hodenfield y Joe Roth. Fotografía: Peter Deming. Montaje: Bob Murawski. Dirección artística: Todd Chemiawsky. Distribuidora: The Walt Disney Company Spain. Estreno en USA: 8 Marzo 2013. Estreno en España: 8 Marzo 2013. Género: Fantástico.

Abordar el mundo de L. Frank Baum tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Sus ventajas radican a que es un material muy popular, muy enraizado en el subconsciente colectivo. Todos hemos sido niños y hemos sido seducidos por la magia de ese mundo fantástico de hadas, duendes, enanos y hombres de hojalata.
El principal inconveniente radica en que en 1939 se rodó un clásico inspirado en el mundo de Oz y por inercia las nuevas películas se verán irremisiblemente comparadas perdiendo en la comparación. Los espectadores tenemos en nuestra memoria ese clásico del cine musical a pesar de que la obra de Baum no lo era.
Por otra parte Sam Raimi, a quien tuve el placer de conocer cuando era un completo desconocido, ha tenido una carrera demasiado frikki para que se le tome en serio. Sus estrafalarias series de televisión (Spartacus: sangre y arena, Xena, Hércules) ya te quitan las ganas de ir al cine a ver su adaptación de Oz, pero hay que reconocerlo que esta vez ha dado en la diana. Nos encontramos ante una buena película, tal vez excesivamente larga, pero realmente sólida, fresca y entrañable en la que Raimi parece haberse reinventado a sí mismo.
Nos encontramos ante una precuela de la película de la Metro, el clásico que era una adaptación de la primera novela de Baum, la más exitosa, y con un argumento prácticamente inventado.
La empresa ha sido arriesgada. El mundo de Oz dio origen al gran éxito aludido pero también a sonados fracasos como la versión de Larry Semon en 1925 o la secuela de 1986. En el primer caso la hecatombe fue merecida, en la segunda no. La crítica no ha sido favorable a la película de Raimi, pero la taquilla ha respondido de forma positiva.
Es posible que falte un guión más sólido y más simpático, la simpatía era una baza fundamental de la versión de 1939. Los personajes no tienen la fuerza de aquella colorista versión. Pero sí nos encontramos con una más que digna adaptación en la que sobresalen el número de las brujas malas (Mila Kunis y Rachel Weisz) que parecen divertirse de lo lindo con sus interpretaciones. En realidad ambas actrices son el punto más fuerte de la película junto a la creación digital de la tierra de Oz.
Los nuevos personajes tienen su gracia: Finley, el mono volador, da la nota cómica, mientras que la muñeca de porcelana inspira ternura. Echamos de menos al espantapájaros, al león cobarde y al hombre de hojalata. También el punto de vista infantil de la novela clásica. En Oz habitan otros personajes que aparecen en otras novelas de la saga, la princesa Ozma por ejemplo.
Raimi es demasiado frikkie para entender la sensibilidad de la obra de Baum, pero se ha esforzado para crear un gran espectáculo visual que es su mayor mérito. Es parecido al caso de Tim Burton y su acercamiento a la Alicia de Lewis Caroll, son directores muy poco dados a la sensibilidad y a la magia. Si se hubiera desinhibido totalmente el espectáculo hubiera sido redondo.

Salvador Sáinz