EL HAVRE (2011)


EL HAVRE. Título original: Le Havre. Año: 2011. Países: Finlandia, Francia y Noruega. Dirección y guion: Aki Kaurismäki. Interpretación: André Wilms (Marcel Marx), Kati Outinen (Arletty), Jean-Pierre Darrousin (Monet), Blondin Miguel (Idrissa), Elina Salo (Claire), Evelyne Didi (Yvette), Pierre Étaix (Doctor Becker), Jean-Pierre Léaud (el denunciante). Producción: Aki Kaurismäki, Fabienne Vonier y Reinhard Brunding. Fotografía: Timo Salminen. Montaje: Timo Linnasalo. Diseño de producción: Wouter Zoon. Vestuario: Frédéric Cambier. Coproducción Finlandia-Francia-Alemania; Janus Films / Pandora Filmproduktion / Pyramide Productions / Sputnik. Distribuidora: Golem. Estreno en Finlandia: 9 Septiembre 2011. Estreno en España: 28 Diciembre 2011. Duración: 93 min. Género: Comedia dramática.

El Havre es una ciudad del noroeste de Francia, en el departamento de Sena Marítimo (Alta Normandía), lugar donde transcurre esta película del director finlandés Aki Kaurismäki. El cine de autor es cada vez más raro de ver en nuestras pantallas si es que en nuestras ciudades tenemos salas porque ya hay grandes ciudades que no las tienes y si las tienen están colonizadas.
En las últimas décadas de no ser por internet o por los formatos domésticos la cinefilia lo pasaría muy mal, porque nuestra situación está empeorando y no sólo por la crisis económica sino por la sociedad que nos ha tocado vivir es cada vez más adocenada.
La película que nos ocupa, El Havre, es muy sencilla de producción. Sus protagonistas son personas que ya están en la tercera edad y viven modestamente.
El personaje central, un escritor de escasa fortuna, trabaja de limpiabotas a una edad avanzada. Su supervivencia es difícil en un estado cada vez menos social. El punto de partida es la aparición en el puerto de unos inmigrantes ilegales de raza negra que son descubiertos y apresados por la policía. Un adolescente negro escapa y el limpiabotas le esconderá.
La película trata del tema de la solidaridad entre personas que ni siquiera se conocen. Los personajes que van apareciendo, a excepción de un vecino resentido y vocinglero interpretado por Jean-Pierre Léaud (en otros tiempos Antoine Doinel de las películas de François Truffaut), son buena gente, incluso el inspector de policía harto de la desconfianza de la ciudadanía a su labor profesional.
Nos encontramos ante un título que nos puede resultar blando, complaciente, pero es agradable de ver. Los personajes respiran una cierta ternura, paz interior, y la película transcurre plácidamente. Es un cine rodado con el corazón, con los sentimientos, y no con el talonario oneroso de las multinacionales. No se buscan los efectismos, ausentes en toda la trama, ni el ternurismo fácil. Es simplemente el placer de contar una historia pequeña, insignificante pero siempre grata.
Además nos proporciona el place de volver a ver a viejos amigos de nuestra vida cinéfila, actores que en otros tiempos fueron cabezas de cartel y en la actualidad ven reducidas sus participaciones a pequeños cameos como es el caso del mencionado Jean-Pierre Léaud y del genial cómico Pierre Etaix a quien volvemos a ver en el papel de un médico bonachón.

Salvador Sáinz