CARRIE (2013)


CARRIE. Año: 2013. País: USA. Dirección: Kimberly Peirce. Reparto: Chloë Grace Moretz (Carrie White), Julianne Moore (Margaret White), Portia Doubleday (Chris Hargensen), Judy Greer (Srta. Dejardin), Alex Russell (Billy Nolan), Gabriella Wilde (Sue Snell), Ansel Elgort (Tommy). Guion: Lawrence D. Cohen y Roberto Aguirre-Sacasa; basado en la novela de Stephen King. Producción: Kevin Misher. Música: Marco Beltrami. Fotografía: Steve Yedlin. Montaje: Lee Percy y Nancy Richardson. Dirección artística: Carol Spier. Vestuario: Luis Sequeira. Distribuidora: Sony Pictures Releasing de España. Estreno en USA: 18 Octubre 2013. Estreno en España: 5 Diciembre 2013. Duración: 100 min. Género: Terror.


El principal problema de esta película es su esencia. Nos encontramos ante un remake de una película mítica. Una maniobra oportunista de mercado en la que la publicidad ya está hecha de entrada y por supuesto tendrá un público asegurado sin esforzarse demasiado.
La nueva Carrie no aporta nada al original, es cierto que está basado en una novela de Stephen King, verdadero creador del relato, y que Brian de Palma llevó con maestría al cine. Pero esta adaptación era tan perfecta que un remake es inoportuno porque no añade prácticamente nada. Los efectos especiales están más logrados, eso sí es cierto. Pero en su conjunto, y esto es un defecto de casi todo el cine moderno, es frío. Las películas de las últimas décadas suelen adolecer de este defecto, bien nos abruman con escenas de saltimbanquis y efectos especiales, o nos encontramos con narraciones exentas de dramatismo, desangeladas y pálidas.
Tendrán sus valores. El tema del acoso escolar, el llamado bullying, en la que un muchacho o muchacha es acosado por diversos motivos por sus compañeros de escuela. Puede ser por ejemplo una tartamudez o el llamado Síndrome de Asperger que el autor de estas líneas conoce demasiado bien.
Los indeseables suelen cebarse con ellos, procuran hacerles la vida imposible, los maltratan físicamente y psicológicamente llevándoles a un callejón sin salida, amargándoles la existencia provocando incluso suicidios.
Hay gentes en estos mundos que tienen defectos, pero hay uno del que nadie habla y es el de la crueldad. La crueldad del que se siente superior, un ser perfecto, que necesita humillar y hundir al que es más débil para auto afirmarse como un ser perfecto, vanidoso y encerrado en su mundo de orgullo y necedad.
Así son los compañeros y compañeras de la desafortunada Carrie.
Por otro lado, King nos muestra otros factores. La extrema y enfermiza religiosidad del personaje de la madre que provoca la frustración y la asfixia de la hija. Carrie no sólo sufre acoso en la escuela sino en su propio hogar.
Pero al no ser un relato social sino de terror, King añade un elemento fantástico o parapsicológico, la telequinesis, el poder de mover objetos con la mente. Gracias a esta pirueta la desafortunada muchacha podrá vengarse y darle satisfacción al espectador que disfrutará con un espectáculo sádico.
El elemento fantástico es grato a la taquilla pero no al resultado artístico de la película porque los hechos narrados aparecen de forma distorsionada y superficial. En cierto modo los banaliza.
Queda también la siguiente reflexión ¿quién es el monstruo en esta película? ¿La muchacha acosada y triste o los mezquinos acosadores que acaban por convertirse en víctimas de su propia maldad?
Chloë Grace Moretz (Carrie White) y Julianne Moore (Margaret White), las dos protagonistas principales realizan a pesar de todo una labor encomiable.

Salvador Sáinz