LA GRAN ESTAFA AMERICANA (2013)

Vivimos en un mundo en que cierta gente tiene el cerebro al revés, La gran estafa americana así nos lo recuerda. Una pareja de timadores de poca monta son pillados con las manos en la masa, el FBI les ofrece una salida, cooperar para detener a gente mafiosa y criminal de esa que en nuestra sociedad tiene excelente reputación y que pasa por grandes personajes.
Políticos demagogos, banqueros, peces gordos en suma, grandes maestros en el innoble arte de la manipulación y la mentira.
La gran baza de esta película radica en la descripción de los personajes, sobre todo los dos personajes femeninos, la esposa y la amante del protagonista, excelente Christian Bale y no menos excelentes Jennifer Lawrence y Amy Adams, cuyo enfrentamiento en el tocador de damas es antológico.
David O. Russell nos describe un mundo próspero, corrupto y mezquino, pero un mundo que siempre es boyante. Quien engaña a quien. Siempre pagan el pato los pringados o aquellos que en la carrera por el poder ocupan los escalafones más bajos. Los triunfadores siempre están arriba, viven mejor que nadie y las mujeres más hermosas se rinden a sus “encantos bursátiles” por llamarlo de algún modo.
En un sistema capitalista quien obtiene más poder es quien más dinero tiene, quien más pisotea al prójimo, quién más daño hace a la sociedad que, paradójicamente, les admira.
La ética siempre es inversamente proporcional al prestigio. Así es de mezquina y ruin el mundo que nos ha tocado vivir. Un mundo que mantenemos con nuestros impuestos y con nuestros votos.
De pena.

Salvador Sáinz