OCHO APELLIDOS VASCOS (2014)

Emilio Martínez Lázaro


OCHO APELLIDOS VASCOS. Año: 2014. País: España. Dirección: Emilio Martínez-Lázaro. Reparto: Clara Lago (Amaia), Dani Rovira (Rafa), Carmen Machi (Merche), Karra Elejalde (Koldo), Aitor Mazo (padre Iñaki). Guion: Borja Cobeaga y Diego San José. Producción: Ghislain Barrois, Álvaro Augustin y Gonzalo Salazar-Simpson. Música: Fernando Velázquez. Fotografía: Kalo Berridi. Montaje: Ángel Hernández Zoido. Dirección artística: Juan Botella. Vestuario: Lala Huete. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en España: 14 Marzo 2014. Duración: 98 minutos. Género: Comedia.

Si algo puede distinguir las tierras que pueblan al sur de los Pirineos es su sectarismo y su dogmatismo realizado a base de tópicos, de medias verdades y medias mentiras.
Consecuencia de ese pensamiento o mejo dicho no pensamiento es la ordenación territorial del Estado dividido en pequeñas comunidades que desconocen o son incapaces de comprender a las demás.
Así nos hemos forjado una disparatada visión de otras tierras y de otras gentes sin percatarnos de que todo son tópicos, lugares comunes y en realidad la sabiduría del tonto.
Muchas veces he pasado por Euskadi, el País Vasco, la tierra de mi padre y en ella me he encontrado de todo, pero por lo general gente amable y simpática de la que no tengo la menor queja. Salvo excepciones, el trato que suelo recibir es agradable y amistoso.
Pero por una serie de problemas políticos, y eso que pienso que ni Euskadi ni Cataluña son problemas políticos sino que nuestros políticos son el verdadero problema con su arrogancia, su insensatez y su insultante mediocridad congénita, pues una serie de problemas a los que he aludido nos han legado una imagen adusta que no se corresponde con la realidad.
Ocho apellidos vascos, la comedia más exitosa del cine español en el último año, pone el dedo en la llaga en los tópicos que nos hemos forjado a causa de nuestras deficiencias culturales.
Un sevillano se enamora de una vasca, va tras ella a su país y se hace pasar por vasco para camelarla… Toda una serie de camelos tópicos de las comedias románticas. La situación es esperpéntica e irreal. Ya se sabe que los hombres, cuando nos enamoramos, menos cosas inteligentes, hacemos de todo. Aprender euskera es complicado, un idioma muy difícil, y pasar por vasco no es tarea sencilla. Pero se trata de una comedia que sólo pretende hacer reír y de paso poner en solfa esa absurda manía que tenemos de crear tópicos, lugares comunes y cerrajones mentales.
Vivimos con manías absurdas, como ocurre en la Sicilia de El gatopardo, un terruño olvidado por Dios que se cree la sal de la tierra. Aquí nos creemos la sal, el salero y el porompompero.
En definitivas cuentas el centro del universo cuando en definitiva todos somos seres humanos con nuestras virtudes y nuestros defectos, y que no hay nada más maravilloso que la solidaridad entre pueblos.
El cuarteto protagonista borda sus personajes: Clara Lago es una actriz que tiene muchas alegrías que darnos, Dani Rovira es gracioso, Carmen Machi divina y Karra Elejalde es un actor soberbio.
El guión es lo mejor, ácido e inteligente. La dirección del irregular Emilio Martínez Lázaro cumple con su cometido aunque al cine español de las últimas décadas les falta el sentido del ritmo.
Me alegro del triunfo de esta película como me suelo alegrar de los triunfos ajenos. La envidia, otro cáncer de esta península de opereta, tan letal como el autoracismo que padecemos, no es buena consejera si queremos sobrevivir en la jungla de la sociedad capitalista que tanto padecemos.

Salvador Sáinz