NOÉ (2014)


NOÉ. Título original: Noah. Año: 2014. País: USA. Dirección: Darren Aronofsky. Reparto: Russell Crowe (Noé), Jennifer Connelly (Naamé), Ray Winstone (Tubal Caín), Emma Watson (Ila), Logan Lerman (Cam), Anthony Hopkins (Matusalén), Douglas Booth (Sem), Nick Nolte (Samyaza), Mark Margolis (Magog), Kevin Durand (Rameel), Marton Csokas (Lamech). Guion: Darren Aronofsky y Ari Handel. Producción: Arnon Milchan, Scott Franklin, Mary Parent y Darren Aronofsky. Música: Clint Mansell. Fotografía: Matthew Libatique. Montaje: Andrew Weisblum. Dirección artística: Mark Friedberg. Vestuario: Michael Wilkinson. Distribuidora: Paramount Pictures Spain. Estreno en España: 4 Abril 2014. Duración: 138 minutos. Género: Drama.

No me suelen molestar las malas películas cuando son de escaso presupuesto, rodado en situación de precariedad, rodajes rápidos y precipitados. Películas en la que a veces el ingenio suple la escasez de medios.
Me molestan sobremanera cuando una mala película proviene de Hollywood con unos presupuestos impresionantes porque en su mano ha estado rodar una obra maestra o como mínimo decente o correcto. Si Noé es un bodrio, que lo es, es debido a su estupidez. No más ver la primera imagen (una foto de Russell Crowe con un extraño atavío) ya me dio mala espina y una vez visionada esa cosa he comprobado que no me he equivocado.
Noé es un bodrio como una catedral. Más que una película parece una fricada ridículo rodada entre amiguetes con ganas de diversión. Porque ni eso, ni siquiera es divertida, ni tiene ninguna gracia.
Los actores están para ganar pasta, aunque inconscientes de que cintas como ésta pueden llevar sus carreras a la ruina y perder su status social en la Ciudad de los Sueños en donde ya se pueden escuchar los ronquidos del sopor
.Nada que ver con la visión que dio John Huston en La Biblia en su principio, en la que no se tomó en serio las Sagradas Escrituras por no creer en ellas, pero realizó su trabajo con total profesionalidad. Las escenas del Diluvio eran impresionantes.
Pero con Darren Aronofsky todo hace aguas. No sabe concentrar el interés en ningún punto, todo se dispersa. Pretende introducir un tema humano completamente absurdo alejado por cierto del material literario.
Como obra religiosa no tiene siquiera por donde cogerla. Es completamente incoherente. Su escenografía es ridícula, propia de las frikadas de Sam Raimi en la serie Hércules televisiva y nada tiene que ver con una reconstrucción pretendidamente histórica ya que los diversos episodios bíblicos más que documentos históricos, que no lo son, son metáforas.
El episodio del Arca de Noé relata la crisis, la perversión de la humanidad, que había llegado a un punto sin retorno que era necesario terminar y empezar de nuevo. De hecho se puede ver un paralelismo con el mundo moderno, en la crisis el sistema económico y la corrupción del poder que ha llevado al mundo a un callejón sin salida.
Estamos en unos tiempos en que se plantea hacer borrón y cuenta nueva. Empezar de cero de nuevo porque las estructuras se han quedado obsoletas.
Pero con esa escenografía y con el pésimo guión, la película cae en el sopor y el ridículo. Es lamentable que se tire tanto dinero por la alcantarilla. Un filme absolutamente nefasto.

Salvador Sáinz