El médico está basado en un best seller del escritor estadounidense Noah Gordon (Worcester, Massachusetts, 11 de noviembre de 1926). El reconocimiento internacional le llegó con El Médico, novela que inicia la saga de la familia Cole, completada posteriormente con Chamán y La doctora Cole.
Pero al parecer un material de origen “culto” no es adecuado para los turbulentos filmes del actual y adocenado Hollywood, por lo que ha sido una producción alemana, la antigua UFA, quien se ha hecho cargo del proyecto.
La versión omite algunos pasajes de la novela, sobre todo lo que acontece en la parte final, a su llegada a Londres para ejercer su profesión siendo objeto de envidias e intolerancias de tipo religioso.
La acción transcurre en una Edad Media oscura, tan oscura como la castellana o aragonesa, en la que por cualquier desliz podías acabar en la hoguera. Una época sucio, insalubre, en la que el oficio de medico era ejercida sin garantías higiénicas y que era más propio de un sádico carnicero.
Así, un huérfano que es adoptado por un barbero curandero, debe espabilarse para escapar de su ambiente. Conoce de la existencia de un gran erudito, de un médico excepcional que ejerce en Persia, un maestro inigualable y decide viajar a tierras inhóspitas en busca de conocimientos viviendo toda clase de aventuras.
En el debe de la película tenemos la clásica presunción anglosajona de que todo el mundo habla inglés y de que no existe la barrera idiomática que tanto condiciona la vida de la humanidad. En el haber tenemos la perfecta recreación de una época, la sucia Inglaterra en contraste con la luminosa Persia, un país gobernado por un Sha corrupto en peligro por culpa de los fundamentalistas musulmanes que ven impurezas por doquier.
Tanto la novela como la película muestran un mundo basado en la intolerancia, en el fanatismo y la ceguera. El Londres cristiano la Persia musulmana son dos caras de una misma moneda. Pero en aquel tiempo el Islam no era en absoluto un mundo intolerante (a excepción de los fundamentalistas) ni atrasado como es en la actualidad. Era una época en que estaban en su apogeo cultural y científico, cuando eran la nación más avanzada de la tierra.
La película está muy bien realizada y muy bien narrada, no cae en los efectismos baratos ni en las espectaculares escenas de batallas, que son mínimas, y se centra más en la parte humana de la narración.
El médico es una película que hubiera merecido mejor suerte. Su distribución ha sido pésima, convirtiéndola injustamente en una cinta prácticamente invisible. Un título que ha pasado desapercibido excepto para los estudiosos del cine que siempre estamos a la búsqueda de títulos que nos den la sorpresa como es felizmente el caso que nos ocupa.
Salvador Sáinz
