LOS ÚLTIMOS DÍAS DEL MUNDO (2009)

Por pura casualidad me entero de la existencia de este film maldito que al parecer no ha interesado a nadie, salvo a los cinéfilos irreductibles. Sus imágenes pueden ser engañosas, esos desnudos de Mathieu Amalric y Omahyra Mota en el poster y esa carrera hacia la muerte por las calles parisinas cogidos de la mano puede dar a entender de que estamos ante un filme erótico y carrinclón. En tal caso no nos hubiera interesado en absoluto.
Una serie de factores provocó nuestracuriosidad y que nos empeñáramos en ver la película tarea complicada que seha convertido en una hazaña homérica.


Los Últimos Días del Mundo. Título original: Les derniers jours du monde. Director: Jean-Marie Larrieu, Arnaud Larrieu. País: España, Francia, Taiwan. Año: 2009. Reparto: Sergi López, Mathieu Amalric, Jacques Nolot, Catherine Frot, Clotilde Hesme, Karin Viard, Sabine Azéma, Omahyra, Pierre Pellet, Manon Beaudoin, Serge Bozon, Daniel Cohen, Baya Belal, Daniel Isoppo, Carl von Malaisé. Duración: 130 min.. Guión: Jean-Marie Larrieu, Arnaud Larrieu. Fotografía: Thierry Arbogast. Género: Ciencia Ficción, Adaptación Literaria, Drama, Romántico. Productora/Distribuidora: France 2 Cinéma, Canal+, Soudaine Compagnie, CinéCinéma, Televisió de Catalunya (TV3), Arena Films, Mallerich Films, Estrategia Audiovisual, Filmagic Pictures Co., Coficup 3, Banque Postale Image 2, Cofinova 5, France Télévision


Esta coproducción de España con Taiwan y Francia, francamente curiosa, pertenece a la categoría de cine apocalíptico del que se han sacado muy pocas copias y nula información, sin embargo tiene "algo" que haya llamado nuestra atención. Ese aire libertario y hippie de liberación sexual con esa pareja que se ve corriendo desnuda por la calle como en un antiguo film de Liliana Cavani, Los caníbales (1970) en la que los sabrosones Pierre Clementi y Britt Ekland corrían suerte similar.
Son esos films malditos que nacieron estrellados no por su falta de calidad sino porque no pertenecen a los circuitos comerciales repletos de títulos rutinarios que siempre tienen esa sensación de ya visto. Pero uno prefiere un cine más original y más personal y siempre se fija en estas pequeñas producciones que no por humildes deben de ser desdeñadas.
Se trata de una atmósfera muy bien cuidada con una aventura en dos tiempos, unos recuerdos de viajes pasados a España en donde salen los sanfermines, Montserrat, la catedral de Tarragona y ¡oh, sorpresa! el Teatro Fortuny de Reus, así como una estancia en Japón con una divertida secuencia en unos baños públicos en donde hombres y mujeres se bañan por separado pero desnudos. La chica entra en la piscina masculina y los hombres salen con el rabo entre las piernas, nunca mejor dicho.
Las secuencias finales son atroces e impactantes. Un catorce de julio, el día nacional de Francia, con gente que se suicida en masa tras una orgía y cadáveres por doquier. La imagen siniestra de un mundo que se descompone sin salvación posible.
No se trata de ninguna obra maestra, pero tampoco es una película desdeñable. Entre ambos extremos hay muchas escalas de valores quedando en el medio alto. Al menos es mucho más digna que muchas tontadas que vemos habitualmente en las salas, pero al ser un tema tan desagradable y que no agrada a la mayoría de los públicos se ha visto relegada a una distribución marginal reservada a públicos selectos amantes de la fantaciencia.

Salvador Sáinz