INVASOR (2012)


INVASOR. Año: 2012. Países: España y Francia. Dirección: Daniel Calparsoro. Interpretación: Alberto Ammann (Pablo), Antonio de la Torre (Diego), Inma Cuesta (Ángela), Karra Elejalde (Baza), Luis Zahera (Arturo), Bernabé Fernández (soldado pelirrojo), Sofía Oria (Pilar), Fran Peleteiro (Ramón), Julio Pereira (Carlos). Guion: Javier Gullón y Jorge Arenillas, basado en la obra de Fernando Marías. Producción: Juan Gordon, Emma Lustres y Borja Pena. Música: Lucas Vidal. Fotografía: Daniel Aranyó. Montaje: David Pinillos y Antonio Frutos. Diseño de producción: Juan Pedro de Gaspar. Vestuario: Ana López. Distribuidora: Buena Vista International Spain. Estreno en España: 30 Noviembre 2012. Duración: 99 min. Género: Thriller, drama, acción, bélico.

El principal problema del cine español y de la sociedad española en general es que padece lo que en México se llama Maldición de Malinche. Es decir, Malinche (la amante india de Hernán Cortés) condujo las tropas españolas hasta el emperador Moctezuma para que le destronaran. Muchos países latinoamericanos, también la propia España padecen el mismo mal: sobrevaloran lo extranjero y desprecian lo propia como hizo, según cuenta, Doña Mariana la Malinche, de ahí ese nombre.
El cine español siempre está subvalorado en España pero en el extranjero es mucho mejor apreciado por razones diversas, una deformación cultural y la presión de ideologías coyuntuales como los diversos nacionalismos periféricos.
Es un problema largo de explicar así que entraré en la película Invasor de Daniel Calparsoro que a pesar de sus indudables méritos ha sufrido la fatídica maldición Malinche que tanto daño hace a nuestra cultura.
Y me parece muy injusto porque Invasor es en primer lugar un producto industrial competitivo. Ya no vivimos los tiempos en que nuestras películas eran casposas, torpes, estaban mal realizadas y no podían ni mirarse. Daniel Calparsoro utiliza como punto de arranque la Guerra de Irak, una guerra imperialista encubierta en la que los españoles nos vimos implicados a causa de las ambiciones personales de un jefe de gobierno ansioso de codearse con sus homólogos de las primeras potencias mundiales.
Una guerra injusta, cruel, en la que se asesinó a mucha gente inocente que no nos había hecho ningún daño. Este hecho, esta denuncia no es toda la película, es un punto de partida de un thriller que refleja una sociedad basada en la mentira y la injusticia, una sociedad que po desgracia es la nuestra.
La acción está muy bien dosificada. Este thriller nada banal refleja una realidad. Una sociedad en la que los poderosos, quienes rigen nuestros destinos siempre están mintiendo. Todo es tergiversado en función de los intereses egoístas de una élite de caciques que se han hecho fuertes en centro del poder político.
Calparsoro narra su película con suma inteligencia. A través del amnésico personaje central vamos recuperando la memoria y la información de los desastrosos acontecimientos que olvido pero vivió muy a su pesa y de las consecuencias de servir a la verdad y a la justicia en este sacrosanto país de pandereta, castañuela y bandoleros de trabuco y alpargata.

Salvador Sáinz