SIEMPRE FELIZ (2010)

Gracias a su éxito en Sundance y a la girardilla de oro del Festival de Sevilla esta película noruega ha llegado a nuestras carteleras. Lamentablemente la nefasta distribución de cine en España donde se favorecen las vulgaridades de las multinacionales los cinéfilos tenemos que sufrir lo indecible para poderlas visionar.
Siempre es feliz trata de dos matrimonios que viven en el campo en un nevado paraje de Noruega. Dos matrimonios que podríamos denominar “pequeño burgueses” aunque claro no son tan viscerales como los de nuestro país. En Noruega la gente es más apaciguada y sus conflictos nunca son espectaculares.
Los conflictos a los que aludo son la infidelidad motivada por defectos propios de esa clase de gente con ideas preconcebidas. Gente que no sabe ser feliz a causa de sus prejuicios o por vivir siempre dentro de unas reglas.
El personaje central es una mujer siempre sonriente que desea ser cantante en un coro pero no se cree capacitada para ello. Tiene un marido que no la atiende, es decir que no tiene sexo con ella porque resulta que es gay y no sabe admitirlo.
Anne Sewitsky nos cuenta las relaciones de dos parejas vecinas y “amigas” que viven tensiones debido siempre a la falta de comunicación. Lo fácil es hacerse la víctima y llorar.
Rodada con exquisito gusto, propio de los países nórdicos de temperatura gélida en la que todo se toma con calma y rara vez se expresan los sentimientos con contundencia.
Pero a pesar de que son gente de una cultura, digamos, civilizada sus prejuicios pequeño burgueses pueden con ellos e impiden su felicidad.  
Narrado en forma de comedia con ritmo de balada, Siempre es feliz es una película simpática y agradable de ver. No es una película madura pero sí prometedora. Esperemos que en próximas películas su directora nos ofrezca trabajos más maduros e interesantes.

Salvador Sáinz