LOCO POR EL CIRCO (1958)


LOCO POR EL CIRCO. Título original: Merry Andrew. Año: 1958. País: Estados Unidos. Director: Michael Kidd. Interpretes: Danny Kaye (Andrew Larabee), Pier Angeli (Selena Gallini), Salvatore Baccaloni (Antonio Gallini), Noel Purcell (Matthew Larabee), Robert Coote (Dudley Larabee), Patricia Cutts (Letitia Fairchild), Rex Evans (Gregory Larabee), Walter Kingsford (Mr. Fairchild), Peter Mamakos (Vittorio Gallini), Rhys Williams (Constable), Tommy Rall (Ugo Gallini).Productor asociado: Saul Chaplin. Productor: Sol C. Siegel. Director de fotografía: Robert Surtees. Música original: Saul Chaplin Duración: 103 min

Danny Kaye es uno de los personajes más simpáticos de la Historia de Cine. No sólo fue un gran fantasista, actor, cantante, bailarín, paródico, sino un personaje humanitario que dedicó sus esfuerzos como presidente de Unicef, y además un gran pacifista. En 1944 comenzó su carrera cinematográfica con Rumbo a Oriente, carrera que se prolongó hasta finales de los cincuenta. Loco por el circo, uno de sus raros filmes rodados en scope,  fue en su día masacrada por el distribuidor que cortó muchas secuencias y dobló las canciones con tal torpeza que las convirtió en inaudibles. Por ese motivo es preferible verla en versión original aunque la copia en DVD está lejos de ser óptima.
Los críticos nunca tuvieron demasiado aprecio a Danny Kaye, tal vez no fuese lo suficiente sinvergüenza para caerles simpático, se habla de su bisexualidad lo que es improcedente porque la orientación sexual de cada persona pertenece a su intimidad y no determina la calidad de su trabajo. Personalmente me son simpáticas sus orientaciones pero en este texto me limito a hablar exclusivamente de su trabajo y de su extraordinaria figura pública.
El director de la película es Michael Kidd, actor en Siempre hace buen tiempo de Stanley Donen y Gene Kelly, y habitual coreógrafo. Su labor principal ha sido en este campo más que en la dirección cinematográfica que consta de muy pocos títulos, creo que éste es el único y el resto es para televisión.
En este campo su labor no es mala, pero tampoco sobresaliente. Cumple con su cometido con discreción. Las mejores secuencias son los números musicales coreografiados. Es posible que si la remasterización hubiera sido óptima tendríamos mejor opinión de la película que nos ocupa porque la hemos visto en condiciones deficientes y ello nos resulta molesto.
Pier Angeli y Danny Kaye están perfectos en sus respectivos personajes. La actriz no tuvo una carrera demasiado distinguida. Fue hermana de la también actriz Marisa Pavan, ambas italianas, desarrollando parte de sus respectivas carreras en su país natal. Pier Angeli fue importada a Hollywood, rodando incluso en España.
Danny Kaye, más comedido de lo habitual, se luce con su personaje algo tópico pero siempre efectivo. Su buen hacer llena el espectáculo y, aunque parezcamos pesados, insistimos que es preferible gozar de su arte en versión original.

Salvador Sáinz