EL PROFESOR CHIFLADO (1963)

La novela de Robert Louis Stevenson El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde ha tenido muy buena fortuna en cine. La versión muda con John Barrymore, las sonoras con Fredric March y Spencer Tracy, las dos de gran calidad, la de Terence Fisher y la de Roy Ward Baker han aportado mucha calidad y, encima, la versión humorística, la parodia de Jerry Lewis, es otra obra maestra.
La novedad de Lewis es que subvierte el maniqueísmo del personaje, el Hyde es guapo y Jekyll es muy feo. De hecho fue Terence Fisher quien sacó el primer Hyde guapo en Las dos caras del Doctor Jekyll, rodado tres años antes. Pero Lewis lo convierte en un guaperas, en un hombre deseado por todas las mujeres. Tampoco Lewis es pionero en la parodia, la más antigua que recuerdo es la de Stan Laurel, Dr. Pyckle and Mr. Pryde (1925), el ídolo de los cómicos sesenteros como Dick Van Dyke, Peter Sellers o el propio Jerry Lewis.
Los críticos de la época, que coinciden en que ésta es la mejor película de Jerry Lewis, afirmación que comparto, creyeron que el personaje de Buddy Love era una venganza contra Dean Martin, su anterior pareja cinematográfica, quien maltrató reiteradamente a Lewis hasta provocar la ruptura. Lewis estaba dolido, pero no albergaba rencor alguno contra Martin. Poco tiempo después se reconciliaron y renació la amistad.
Según el propio cómico, el personaje de Buddy Love era un compendio de “todos los hijos de puta que había conocido a lo largo de su vida”. Esos seres que se creen con derecho a hacer daño al prójimo sin ninguna justificación.
Lewis, estilísticamente, es hijo cinematográfico de Frank Tashlin. Su estilo me recuerda mucho al autor de Una mujer de cuidado. Sofisticados decorados, mucha luminosidad, colores chillones, estridentes y situaciones absurdas.
Como pareja, esta la mirada dulce y confundida de Stella Stevens, actriz hoy olvidada, pero que llenó muchos repartos en los sesenta. Fue pareja de Dick Van Dyke en Craig's Will (1960) (para la serie La hora de Alfred Hitchcock), Corrió desnuda por el desierto en la memorable La balada de Cable Hogue (1970) de Sam Peckinpah. Nadie sabe mejor desprender la ternura de su personaje objeto del amor del estrafalario profesor y en realidad el motivo que justifica toda la acción, es decir los experimentos.
El final no lo puedo desvelar, pero es bastante falocrático. Como en la comedia americana de ese tiempo, de esa generación, es habitual la aparición de mujeres dominantes que anulan a sus maridos, como es el caso de los padres de Jerry. Es como si la sociedad estadounidense estuviese traumatizado por el avance feminista y los hombres se sintieran amenazados en su virilidad.
Por esa razón, el malvado Buddy Love es además un machista redomado, objeto de gran admiración por los personajes femeninos de la película. Aunque también puede ser analizado como un embaucador nato, un mentiroso, un ser muy desagradable que desprecia a toda la humanidad.
Lamentablemente, esta película, la mejor de Jerry Lewis, supuso el punto más alto de su carrera cuyo nivel jamás alcanzó de nuevo.
Tras Jerry Calamidad (1964), Las Joyas De La Familia (1965), Tres En Un Sofá (1966), y alguna más su carrera cayó en picado ¿Dónde Está El Frente? (1970).era malísima, es como si su talento se hubiera esfumado de la noche a la mañana, salvándose quizá su trabajo en El Rey De La Comedia (1983) de Martin Scorsese, que recibió malas críticas y obtuvo poco éxito, pero el tiempo la ha revalorizado.
De ser un cineasta al que toda la crítica estadounidense detestaba (y parte de la española), fue idolatrado por los Cahiers du Cinéma que le trataron de genio del cine cómico a la altura de Charlie Chaplin y Búster Keaton.

Salvador Sáinz

STELLA STEVENS