AN OLD SPANISH CUSTOM (1936)

Buster, un millonario americano, llega a Andalucía, se enamora de una linda muchacha y la intenta conquistar con bellas serenatas, haciéndola creer que tiene la voz de un tenor que se lava los pies detrás suyo. Luego tendrá una lucha de esgrima a tres y un combate de boxeo...
Desgraciadamente ésta fue la película que hundió definitivamente la carrera de Buster Keaton y un título indigno de su fama. John Montgomery se lamentaba de que un estudio británico pudiera hacerle esto a una estrella de la categoría de Keaton. Mal rodada, pocas ideas y para postre el productor rehace la version dada por buena por Brunel, añadiéndole una bobina de descartes. El resultado fue catastrófico.
Vista en la actualidad, ya que se trata de una película que en todas las historias del cine es maltratada sin remedio, como todos los talkies de Keaton, hemos de aclarar que todos los ataques son muy exagerados. No es tan mala como se dice. Es algo deshilachada debida a que el productor añadió unas escenas deshechadas por el director Adrian Brunel lo que provoca una cierta incoherencia al resultado final.
La ambientación está ubicada en la España de 1936, la repúblicana a punto de entras en la guerra civil, pareciendo aquella España de charanga y pandereta que tanto detestaba Antonio Machado. El millonario americano llega a puerto, decorado de cartón piedra, con un yate llamado The Invader (título de la película en algunos países europeos) y quiere presentarse vistiendo como los "nativos" con un taje flamenco grotesco provocando la hilaridad andaluza que se cachondea de tan estrafalario personaje.
El millonario se enamora de la bailarina Lupe y le va a cantar serenatas disfrazado de mexicano, ya el "gringuito" no distingue México de España. La copia distribuida en DVD es muy deficiente y hace complicado seguir la película con corrección.
La producción era un desastre y apenas se ha distribuido desde entonces. Nos encontramos ante uno de los peores Keaton, pero más bajo cayeron algunos talkies de la Metro. El boicot orquestado por Louis B. Mayer provocó que ninguna compañía le quisiera contratar cayendo en productoras casposas como la que nos ocupa.
Fue una lástima la situación de Keaton en aquel tiempo cayendo en el alcoholismo y la ruina económica y artística. Su carrera hubiera merecido mejor destino del que tuvo.

Salvador Sáinz