INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL (2008)


INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL. Título original: Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull (Indiana Jones 4) Año 2008. País: Estados Unidos. Director: Steven Spielberg. Intérpretes: Harrison Ford (Indiana Jones), Cate Blanchett (Irina Spalko), Karen Allen (Marion Ravenwood), Shia LaBeouf (Mutt Williams),Ray Winstone (Mac' George Michale), John Hurt (Professor Oxley), Jim Broadbent (Dean Charles Stanfort), Igor Jijikine (Dovchenko), Dimitri Diatchenko (Russian Suit), Ilia Volok (Russian Suit), Emmanuel Todorov (Russian Soldier), Pasha D. Lychnikoff (Russian Soldier), Andrew Divoff (Russian Soldier), Venya Manzyuk (Russian Soldier), Alan Dale (General Ross), Guión: David Koepp (Historia: George Lucas, Jeff Nathanson). Musica: John Williams. Fotografía: Janusz Kaminski. Productor: George Lucas. Productora: Paramount Pictures / Lucasfilm. Duración: 125 minutos. Aventuras. Acción. Ciencia ficción | Años 50. Guerra Fría. Secuela

Nos encontramos ante una película subsidiaria. Es decir, el éxito de una gran película como En busca del arca perdida provoca que aparezcan secuelas, imitaciones, continuaciones y precuelas de todo tipo. Así las cartas de nobleza obtenidas por un personaje en otro título son utilizados como una maniobra mercantil para ganar dinero descaradamente. Es lo que Narciso Ibáñez Serrador llamaba “la baza segura”. Es decir ir a lo segura. Si una fórmula funciona se exprime hasta que no quede ninguna gota.
Lo curioso de esta secuela, la cuarta entrega de Indiana Jones, es que está rodada diecinueve años después de la anterior entrega, Indiana Jones y la última cruzada (1989) y nos encontramos a la pareja protagonista de la primera entrega (Harrison Ford y Karen Allen) cuando ya viven en plena madurez y tienen un hijo en común, quien por cierto desconoce la identidad de su progenitor.
Por eso, si la película original tenía chispa, ingenio, originalidad. En esta ocasión aparece el fantasma de la nostalgia por tiempos pasados. Vemos a nuestro héroe y a nuestra heroína con los rostros surcados de arrugas aunque aún conservan una agilidad poco acorde con su edad.
Eso no es un reproche a la película, es una descripción. Los críticos estadounidenses le otorgaron un razzie, un antioscar, a la peor secuela. No me parece anda justo, pero en fin.
Muchos fans se sintieron decepcionados, otros entusiasmados. ¿Porqué un héroe y una heroína no pueden ser maduros? ¿Porqué la dictadura de la juventud?
La película que tratamos tiene otros elementos aparte la nostalgia. Los elementos fantásticos que esta vez no son místicos como en anteriores entregas sino que entran de lleno en la ciencia ficción, en una especie extraterrestre que siglos atrás visitó nuestro planeta. ¿Porqué han de ser agresivos y no pobres diablos como los humanos?
Así los viajes de Indy nos llevan al Perú en pos del encuentro con los restos de un conquistador español Francisco Orellana, ávido de oro, ¡ay el viejo chovinismo estadounidense! Los compatriotas del general Custer siempre lanzando reproches a los conquistadores que les precedieron porque son de otra nación.
El conjunto es una forma de buscarle nuevas temáticas a la serie, pero todo ya está visto. Queda un espectáculo realizado con ganas, con profesionalidad. Eso sí, muy divertido de ver y gracioso. La maestría de Spielberg emerge del conjunto y nos quedamos satisfechos. No hay nada como tener un buen director detrás las cámaras , otros hubieran patinado de largo.
A pesar del jarabe de palo recibido por esta secuela, a quien suscribe le encantó. Queda dicho.

Salvador Sáinz