LA CAIDA DE LOS DIOSES (1969)


LA CAIDA DE LOS DIOSES.Título original: La caduta degli dei. ño 1969. Pais: Italia. Director: Luchino visconti. Intérpretes: Dirk Bogarde, Ingrid Thulin, Helmut Berger, Helmut Griem, Charlotte Rampling, Umberto Orsini, Florida Bolkan, Rene Koldehoff, Nora Ricci. Guión: Luchino Visconti, Nicola Badalucco, Enrico Medioli. Música: Maurice Jarre. Fotografía: Pasqualino De Santis, Armando Nannuzzi. Coproducción Italia-Alemania-Suiza; Italnoleggio / Eichberg Films. Duración: 164 minutos. Drama | Nazismo. Años 30

Luchino Visconti es el director que mejo ha sabido captar la decadencia de una parte de la sociedad, la más pudiente que pierde su poder en detrimento de otra emergente. Respecto a su célebre El gatopardo, para mí su obra maestra, en la que su reflexión era Algo ha de cambiar para que todo quede igual, aquí podríamos decir que Algo ha de cambiar para que todo quede peor. La subida del nacionalsocialismo en Alemania, un país de gran cultura y raciocinio, puede resultar una contradicción. Karl Max creía que este país iba a protagonizarla gran revolución proletaria precisamente por considerarlo el más capacitado  y el más avanzado intelectualmente pero se equivocó, la Gran Alemania albergó un monstruo de maldad inimaginable cuya aparición no fue en ningún modo gratuita ni casual.
La historia castiga duramente los errores de las fuerzas que ganaron la primera guerra mundial humillando y asfixiando a un país que rebotado se levantó sembrando odio y muerte por todo el mundo.
Visconti cuenta la crónica de una familia célebre, Essenbeck, que pertenece a la alta burguesía, magnates de una empresa siderúrgica que fabrica armas, entonces consideradas las de más calidad del mercado y que probaron su eficacia en la guerra civil española. Los Essenbeck tienen una guerra interna por el poder una vez fallecido el patriarca. Los nazis quieren sacar beneficios de su producción, su industria bélica les puede ayudar a conseguir dominar el mundo a su antojo.
Visconti muestra el seno de una sociedad corrupta. El heredero de la fortuna y de la fábrica es prácticamente un monstruo. Helmunt Berger, entonces la pareja sentimental del director, sabe darle todos sus matices. Visconti le presenta como un ser perverso que es incestuoso, pedófilo y asesino de criaturas inocentes, llegando a la aberración. El personaje que en las primeras escenas nos es mostrado como un irresponsable, una cabeza loca que se exhibe en el cumpleaños del patriarca en un número musical travestido imitando a Marlene Dietrich en El ángel azul. Parece que no desea participaren los negocios familiares pero acaba por convertirse en un líder nazi.
Paralelamente vemos otros acontecimientos propios de la época. La noche de los cuchillos largos, la quema de libros, la matanza de las SA, la facción rival que fue aniquilada en una noche: la tristemente célebre «Operación Colibrí». Visconti muestra una reunión de las SA, las Sturmabteilung, una facción radical del nacionalsocialismo que aspiraba a desplaza del poder al propio Hitler y éste se deshizo de ellos con una masacre que hizo temblar los cimientos de la sociedad alemana. Estos perecen tras una auténtica orgía homosexual recreada con minuciosidad.
No estamos ante una obra mayor de Visconti como la mencionada El gatopardo o Muerte en Venecia, pero sí ante una obra fascinante y al mismo tiempo escalofriante. El realizador capta la perversión de un mundo civilizado de refinadas costumbres que esconde el horror en sus entrañas.

Salvador Sáinz